Palabra y fe / Gracias, Protección Civil

PBRO. JOSÉ A. MUGUERZA

Acabo de vivir, como persona, como cristiano, pero sobre todo como padre espiritual, un campamento que resultó extremo, con más de 100 jóvenes de nuestro Grupo Parroquial Escuadrón Hunter.

Siempre encomendándonos a Dios y unidos con Cristo iniciamos esta experiencia, no sin dificultades en el traslado, pero contentos y con mucho ánimo por llegar al Rincón del Barranco, en el ejido de Pablillos, en Galeana.

Inauguración general y bendición especial con el Santísimo para la Jefatura. Levantamiento de tiendas, refugios e inicio de construcciones en cada escuadra con la búsqueda de troncos para realizar su proyecto de campismo. Todo excelente, gracias a Dios, un clima inigualable.

Pero el segundo día, malas noticias a media tarde: cinco jóvenes no regresan de buscar troncos... están perdidos.

Empieza la angustia, pero unida a la oración. Con la esperanza de encontrarlos pronto se organizan parejas de búsqueda: jefes, subjefes e invitados. Más de dos horas intensas y nada. Más oración, más esperanza.

Acudimos a Protección Civil, ya con poca luz del sol. Con verdadera vocación de servicio, amabilidad y un incondicional compromiso de apoyo y ayuda establecen una búsqueda hasta la medianoche, sin resultados alentadores.

Nos piden descansar y reanudar el esfuerzo en la mañana siguiente con más personas y a la luz del día.

Durmiendo poco y rezando mucho los encomendamos a Dios en su infinita providencia, alimentando la confianza en que estarían bien, encontrarían la mejor manera de pasar la noche y pronto regresarían sanos y salvos al campamento.

Amanece temprano, ayuno como sacrificio, oración general de todo el grupo, más...

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