'Pagamos impuestos, no nos van a mover fácil'

Gabriela MartínezTIJUANA, BC., julio 7 (EL UNIVERSAL).- De lo que hace casi tres décadas era una cancha de futbol improvisada por los vecinos de la colonia Las Torres, en Tijuana ?enclavada entre cerros y polvo no queda nada. Ese espacio que fue construido por la gente quedó dividido cuando el gobierno estadounidense decidió colocar un muro de lámina para separar a la Unión Americana de México.

De aquellos tiempos, en los que nadie sabía nada de barreras solo quedan los recuerdos. De las mujeres que llegaron a poblar la zona y que caminaban un par de metros adentrándose a Estados Unidos sin que hubiera una valla de por medio, de eso tampoco hay rastro, incluso ahora, los vecinos solo están a la espera de que las autoridades coloquen un nuevo muro, uno más grande, prácticamente convertido en una muralla de metal.

Sin embargo, los residentes de Las Torres han aprendido a vivir con el muro de una manera muy diferente: lo hicieron parte de sus casas. Algunos lo usan como tendedero, para otros divide el patio de sus hogares o incluso es el espacio donde juegan sus hijos, a diferencia de otros sitios, para los residentes de esa colonia, el muro no es más que un pedazo de metal.

Doña Mary, es una de las habitantes que llegó desde hace más tiempo. Recuerda que llegó a la mitad de los ochenta, cuando nada ?más que los cerros- dividían los terrenos, cuando las familias subían algunas colinas para bañarse en un cascada que se formaba durante las temporadas de lluvia, sin que hubiera algún oficial de la Patrulla Fronteriza que les dijera algo, nadie les apuntaba con un arma ni los deportaba, "eran otros tiempos", dice la mujer, que construyó su casa, a un costado del muro.

Pero así como Mary ?la mujer de más de 60 años? otros vecinos planean contratar un abogado. El motivo es que con la llegada de Donald Trump a la presidencia también llegó una nueva muralla, una que medirá el triple, hasta nueve pies de altura según informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) y con ello, los vecinos que usaron parte de la lámina actual, deberán retirarse o deshacer su obra para dar espacio al nuevo muro.

"A nosotros ninguna autoridad local nos ha dicho nada. Pero déjeme le digo algo, no nos van a mover tan fácilmente, porque eso sí, pagamos predial e impuestos y ahí si nadie se quejó ¿verdad?", dice doña Mary, sentada dentro de la tienda que abrió en el mismo terreno donde construyó su casa, a un lado del...

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