Padece calvario judicial

AutorViridiana Martínez

CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando sus hijas menores de edad se contagiaron de Covid-19, Fernando Aramburu no pudo ir a verlas a España, por un juicio en el que el debido proceso ha sido violado, acusó.

"Ha sido tremendo (vivir este proceso) imagínate no nada más lo económico, me han alejado de mis hijas, de mi familia, de mi trabajo", expresó.

Su tormento inició cuando se le aprobó la compra de activos y contratos de compraventa del Club 51, ubicado en el piso 51 de la Torre Mayor, y establecieron condiciones de pago.

En 2016, Eduardo Solórzano, quien se ostentó como representante legal del Club, denunció a Aramburu por el presunto uso ilegal de seis millones 315 mil 338.35 pesos que habían sido depositados a la cuenta de dicha empresa para liquidar la compra-venta.

Pero Solórzano no acreditó la representación legal del Club ni que la querella fuera ordenada por la asamblea de accionistas.

Aramburu se enteró hasta el día de la audiencia de imputación, en noviembre de 2018, que estaba acusado del delito de administración fraudulenta en contra del Club.

Todos los citatorios habían sido enviados al domicilio de Alberto Cinta, uno de los fundadores del partido Nueva Alianza y del mismo Club.

En la acusación señalaban que Aramburu hizo supuestos pagos indebidos a empresas...

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