Pacto social, código moral y reforma jurídica
| Autor | Lic. Octavio Ruiz Martínez |
| Cargo | Director General |
| Páginas | 1-1 |
Pacto social, código moral y reforma jurídica
a recomposición del Estado de Derecho en Veracruz exige acciones en los campos jurídico, moral y político. Como se ha mencionado hasta la
saciedad, el daño causado a la entidad es incalculable, porque involucra no sólo las cantidades pecuniarias desviadas o sustraídas, sino la paralización
y el atraso en el desarrollo productivo estatal, pero también la implantación en actores políticos y empresariales de un estilo de conducta cínico,
rapiñoso, improductivo y carcinogénico.
En lo jurídico, ya se vio que el marco normativo fue insuficiente. Los vacíos y las debilidades fueron propicias para que desde el Ejecutivo y el Legislativo
se realizaran torcimientos legales que beneficiaron a una minoría bellaca, generadora de condiciones desastrosas nunca antes vistas.
Recordemos lo planteado en el número 18 de Jurista por el doctor Manlio Fabio Casarín León: es imprescindible llevar al marco constitucional el derecho
humano a una buena administración, consagrar la responsabilidad del Estado ante las acciones u omisiones dañinas al gobernado, blindar al Poder Judicial
ante intromisiones, reglamentar los procesos constitucionales creados en el año 2000, y que haya un efectivo sistema de responsabilidades políticas, penales
y administrativas, donde se castiguen severamente el fraude a la ley, el abuso del derecho y el desvío de poder.
A lo anterior se añade: hacer efectivo un servicio civil estatal de carrera, fortalecer a los órganos autónomos del Estado para que puedan defenderse,
incorporar la revocación de mandato en los casos de servidores electos corruptos e ineficaces, aunado a dinamizar la democracia semi directa, ya existentes
aquí en las figuras del referéndum, plebiscito e iniciativa popular.
Se impone una revisión exhaustiva a todo el ordenamiento jurídico veracruzano que haga efectivo lo que sólo está esbozado, cree nuevas instituciones,
incorpore figuras que están dando resultados en otras latitudes, reforme las que no funcionen y otorgue mayores herramientas para enfrentar cualquier even-
tualidad de malos gobiernos como los que hemos tenido en los últimos dos regímenes.
En lo moral, es imperativo que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares mantenga el discurso de renovación que ha planteado desde su campaña, pero
también que éste sea visible y material en la actuación de los funcionarios de todos los niveles. Se necesita proveer códigos de ética y deontología para los
servidores públicos, pero también vigilar que el cumplimiento sea estricto, ineludible e inexcusable.
Y en lo político, la cercanía con los grupos sociales agraviados, la atención a las demandas de los desafortunados, los engañados, los defraudados; la
sensibilidad para valorar y responder cuando las exigencias sean legítimas, pero también para detectar los engaños de quienes intentarán, en el desorden y
el caos, plantear reclamaciones fuera de legitimidad. Usando el término sociológico de moda, la recomposición del tejido social es una tarea de tal delica-
deza que nada de lo primeramente dicho valdrá la pena si la población no logra percibir un beneficio, y se incorpora con esperanza y entusiasmo a recoger el
tiradero de la casa común.
Ese Pacto Social al que convocó el mandatario tiene que ser la nota predominante en los dos años del régimen.
Por la índole de su propia naturaleza, la revista Jurista pone atención en dos de los componentes del cambio institucional: el Tribunal Superior de Justicia
y la LXIV Legislatura del Congreso del Estado. En ambos hay cambio de mando, nuevos rostros y nuevas formas de percibir la función pública.
Deseamos que la gestión del magistrado Edel Álvarez Peña, nuevo Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, se enfoque
a recomponer el carente y cuestionado sistema judicial del Estado, fortalezca la administración de justicia y sea percibido por los justiciables como un hito
histórico en la vida del máximo órgano jurisdiccional y de las instituciones que lo acompañan.
En cuanto a la Legislatura, hacemos votos porque la terrible experiencia vivida concientice a los diputados de que las diferencias ideológicas y los intere-
ses partidistas jamás deben estar por encima del interés superior de los veracruzanos; y que pospongan sus afecciones fraccionarias a tejer acuerdos, debatir
honorablemente, conducirse con lealtad y ser expresión de lo mejor que espera de ellos la sociedad.
Otro tema importante de estos días es la muerte del último líder guerrillero y romántico de la América Latina. Fidel Castro Ruz fue un hombre de extre-
mos. Durante casi 60 años creó un sistema que tendrá que ser estudiado por los especialistas al contraponer la defensa de la libertad ante el enemigo externo
con la reducción de las libertades interiores. Soberanía efectiva nacional contra conquista de bienestar educativo, en salud, en deporte y en seguridad, pero
limitación a los derechos fundamentales aceptados consensualmente, es un coctel que ameritará profundos, apasionados y divergentes análisis y debates en
las próximas décadas.
¿Sobrevivirá la Doctrina Castro a la muerte de su creador? Lo tendrá que decidir el pueblo cubano, aunque desde ahora ya se percibe que la tímida apertu-
ra iniciada con él aún vivo, podría convertirse en el retorno a la reincorporación de la isla a la vida global, con ciudadanos que, asombrados, apenas conocerán
cómo vive el planeta, sin el orden, el nacionalismo y la disciplina espartana que es lo único que ellos saben.
En fin, empezaremos el 2017 con los cambios ya mencionados, a los que se agrega la asunción al poder norteamericano del ultraconservador Donald
Trump, donde los mexicanos seguramente nos veremos forzados a producir más y mejor, fuera de proteccionismos y miramientos, porque si no lo hacemos,
la nación se empinará a la hecatombe.
Lic. Octavio Ruiz Martínez / Director General
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EDITORIAL
DICIEMBRE 2016
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