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Pacientes e impacientes

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Vincent

Como todos los días, llegué temprano para abrir la clínica donde trabajo.

Serían como las seis de la mañana, todo estaba tranquilo en la calle, así que abrí la puerta, caminé por un pasillo y entré hasta los consultorios.

Escuché que algo metálico caía al suelo, luego la puerta de la entrada se cerró, pensé inmediatamente que era un ladrón, y acudí hasta el área.

Pero no había nadie, sólo la tapa del bote de basura en medio del pasillo, se me hizo extraño, porque acababa de pasar por ahí y no recordaba verla ahí tirada.

Por sí las dudas revisé los accesos y los alrededores, pero todo estaba normal.

Más tarde me puse a ver los vídeos de seguridad y cuando llegué a la hora (6:00 A.M.) en la que entré a la clínica, me llevé una gran sorpresa.

Claramente se veía cuando misteriosamente la tapa del bote salía volando por los aires, pero no en la forma en que se levantaría por un gas acumulado (además no tenía basura, pues se limpian por la noche), sino como sí alguien la empujara de un lado.

Y luego enseguida, la puerta se cerraba de golpe; me quedé intrigado, ya me habían contado las compañeras que escuchaban voces y que veían cosas extrañas, pero a mí no me había tocado presenciar nada sobrenatural.

Dicen que posiblemente sea el espíritu de la Doctora Lety, que trabajaba aquí y quien falleció de una manera trágica.

Tiempo después les di la razón, porque en la iglesia a la que asisto, nos pidieron que oráramos por un niño que estaba muy enfermo del corazón y próximo a operarse.

Una noche que entré en el cuarto de Rayos X pensé en el pequeño y dije: "Señor, espero y salga bien librado de su enfermedad".

Y hacia la penumbra del lugar escuché una voz femenina idéntica a la de la Doctora Lety que me decía: "no te preocupes, el muchacho saldrá bien de su operación; vivirá..."

¡Estaba impresionado! no sentí miedo porque pensaba que alguien estaba por ahí escondido, pero al descubrir que estaba solo, comencé a creer lo que decían las compañeras de trabajo.

Un día muy temprano todos los empleados estábamos en el pasillo discutiendo cuestiones laborales, pero los ánimos subieron de tono y súbitamente observamos algo parecido a un relámpago que nos dejó a todos callados.

Salimos a la calle para ver si iba a llover o había un cortocircuito en el...

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