Al Descubierto/ Pablo Perroni: Su pasión: el arte escénico
| Autor | Leda Flores |
El teatro ha sido su pasión toda la vida, por ello quiere dedicarse a él el resto de sus días y está dispuesto a arriesgarse y a apostarle a la pantalla chica para enriquecer y consagrar su carrera actoral.
Sentado en uno de los sillones de su departamento, ubicado en la colonia Condesa, Pablo Perroni relata que desde pequeño tuvo la inquietud de incursionar en el medio artístico.
"Inicié desde chico. Empecé a producir y dirigir mis propias obras de teatro con títeres y tenía a toda mi familia como espectadores. Incluso, las amigas de mi mamá me contrataban para las fiestas de sus hijos".
Sin embargo, el actor rememora que su encanto por los escenarios pasó de ser un juego de niños a una vocación desenfrenada.
"Mi primera obra de teatro a nivel profesional fue a la edad de 18 años en una puesta llamada 'Entre Sombras'".
Sabedor de que la preparación es importante, el joven actor decidió emprender el vuelo hacia Londres y Nueva York, ciudades donde cursó la carrera de actuación.
No conforme con ello, platica, probó las mieles del éxito en los principales escenarios de "La Ciudad de los Rascacielos" dando vida a diversos personajes, entre los que destacan Carrasco, el mejor amigo de Don Quijote de la Mancha.
Consciente de la proyección que da la televisión, Perroni, de 26 años, no menosprecia las bondades de la pantalla chica y menciona que uno de sus deseos es poder incursionar en la televisión, aunque está convencido que el teatro es su máximo.
"Teatro es lo que quiero hacer toda la vida, aunque desgraciadamente no se vive muy bien. La proyección que te da la tele nunca te la va a dar el teatro por muchas representaciones que hagas".
Al hablar del contacto con el público, su mirada y su tono de voz cambian.
"Ese contacto es mágico. En el momento en que se abre el telón, todo cambia, es ficción ya no importa nada de lo que está pasando afuera. Son dos horas de magia y de una sensación única".
Aunque ha tenido que sacrificar situaciones en su vida personal y alejarse por varios años de sus seres queridos, Perroni ha pagado con gusto el precio de dedicarse a la actuación.
"Estoy consciente y es ahí donde viene el amor al arte. Haces lo que sea con tal de poder seguir arriba, ahí, en el escenario. Se paga solo, es satisfacción personal, no lo haces por dinero, sería ideal que pudieras comer del teatro, desafortunadamente no es así".
El histrión hace una pausa y responde que jamás ha pensado dedicarse a otra profesión, pese a todas las...
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