Pablo Arredondo/ Un año menos

AutorPablo Arredondo

Es de suponer que Vicente Fox y los miembros de su Gabinete no deben sentirse contentos con las evaluaciones de su primer año de gestión. Pero si ellos, muy seguramente, experimentan frustración ante la desfavorable apreciación de la opinión pública, ésta la padece todavía más, al observar los magros resultados del primer año de la alternancia en el Gobierno federal.

Ante los escasos logros de la actual Administración se torna difícil eludir la tentación de arrojar, sin mesura, el caballo de la desilusión sobre el Presidente y sus colaboradores. Demasiadas promesas de campaña para tan pobres éxitos. Pero, ¿es justo medir la dimensión del cambio cuando apenas se ha recorrido una sexta parte del camino? Tal vez no. Después de todo no deberíamos olvidar experiencias de inicio sexenal realmente críticas, como la vivida durante el sexenio del ex Presidente Zedillo, que para sorpresa de propios y ajenos concluyó su administración con un saldo más positivo del que quizá él mismo se imaginó. Inflación controlada, finanzas relativamente sanas, crecimiento económico a la alza y estabilidad política de corte democrático. Sorprendente final para un Gobierno que comenzó con los peores augurios.

Un año, sobre todo el primero, puede no ser el mejor corte para sopesar lo andado. Usualmente la mitad del camino suele considerarse el punto óptimo para analizar los aciertos y desaciertos, y para corregir los tropiezos. Sin embargo, fueron tantas las expectativas que se levantaron con la llegada de un Gobierno de Oposición, tras décadas y décadas de hegemonía priísta, que resulta inevitable cuestionar si el tan anhelado cambio ha tenido manifestaciones concretas, o si de lo contrario se mantiene en el reino de las intenciones. En la zona de espejismos. Conviene, no obstante, intentar una valoración mesurada, que no se preste a la fácil descalificación, ni al elogio infundado.

Ante todo debería reconocerse que buena parte del escenario negativo que impera en el país, tiene su fuente de origen, o al menos de determinación, en el contexto internacional. Ello es particularmente válido en el terreno económico. Se trata de un hecho paradójico considerando el internacionalismo hiperactivo mostrado por el Presidente Fox a lo largo de estos primeros 12 meses de Gobierno. Lo cierto es que la Administración "del cambio" arrancó en el mismo momento en el que la economía más poderosa del mundo, la de nuestros vecinos y socios comerciales, se adentraba en la zona de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR