Ovacionan a Naranjo con show sinfónico

AutorJuan Carlos García

Desafiante, seductora y con pose de diva llegó Mónica Naranjo al centro del escenario del Auditorio Nacional y de ahí no se bajó, ni en su ánimo ni en su interpretación, la noche del miércoles.

Ante su público devoto, la intérprete española ofreció el espectáculo alusivo al Adagio Tour 2010, que duró dos horas exactas y en el cual la esencia fue la combinación de las letras de sus éxitos más conocidos con arreglos sinfónicos.

Alrededor de 7 mil personas, cifra proporcionada por un portavoz del Auditorio, quedaron cautivadas por la voz de Naranjo, quien fue educada en el rango de soprano dentro de la música clásica.

Una marioneta de trapo, en pantalla, simuló ser el alma de la estrella de la noche, y en ocasiones pedía cariño y se mostraba molesta o amorosa.

Acompañada de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México, presentó temas como "Europa", "¡Qué Imposible!" e "Inmensidad". Luego, con "Desátame", "Sobreviviré" y "Ámame o Déjame", los más férreos seguidores de su musa se desbordaron en coros y aplausos.

Tres cambios de ropa, algún zapateo, mímica, actuación y un poco de baile acentuaron la interpretación de todas y cada una de las composiciones que eligió Naranjo para el show, donde, con algunas de ellas, como "Empiezo a Recordarte", hizo que la gente se pusiera de pie para ovacionarla.

Naranjo no habló ni se dirigió al...

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