La Ouija
La fascinación del hombre por conocer su futuro y las situaciones ocultas a su entendimiento, mediante el uso de objetos mágicos, tienen sus orígenes desde la época de los griegos.
Los oráculos (proviene del griego que significa "palabra"), eran objetos a los que se les erigían santuarios dedicados a la consulta profética, utilizando una sacerdotisa conocida como Pitia para que les interpretara lo que su "dios" quería decirles y así transmitirles la profecía.
El oráculo se les presentaba en forma de una sentencia ambigua o enigmática que podía dar lugar a un sinfín de interpretaciones que se tomaban como ciertas; por lo cual se convirtieron en un intento humano por conocer el futuro.
Entre los oráculos más famosos de la cultura griega, se pueden mencionar tres, el oráculo de Apolo en Delfos, el de Dodona, dedicado al dios Zeus y Dione y el de de Olimpia, que estaba dedicado al dios Zeus.
La costumbre maravilló a otras civilizaciones antiguas, quienes también quisieron saber qué les deparaba su destino futuro consultando a sus "dioses".
Tal es el caso de los oráculos de Heliópolis, Abidos y Amón-Ra en Egipto, el hebreo o Goral (como se le conocía en la Tora hebrea) y los oráculos de la tradición fenicia, dedicados a Baalim y Belcebú.
Los oráculos también fueron habituales en toda Babilonia y Caldea.
En Babilonia y Asiria, Samar y Abad, los bele-beri (señores de la adivinación) eran los encargados de ponerse en comunicación con los dioses en los oráculos para predecir el futuro de sus pueblos.
La adivinación practicada mediante objetos a evolucionado a través de los siglos, como la utilización de las cartas del Tarot en todas sus variables hoy en día.
Otro objeto para consultar lo desconocido apareció en Francia en el año de1853, se dice que fue el espiritista francés Alphonse Caghanet, quien diseñó la primera Ouija; muy similar a la que se conoce en la actualidad.
Existen varias teorías sobre su significado, pero el término más común dice que su nombre se compone del pronombre "oui" (sí en francés) y "ja" (sí en alemán).
El 28 de mayo de 1890, el estadounidense Elijah J. Bond patentó la primera tabla, teniendo como titulares a los señores William H. A. Maupin y Charles W. Kennard.
Se comenta que el tablero se popularizó debido a las dos guerras mundiales, cuando los deudos de hombres muertos en el campo de batalla intentaban contactarse con los espíritus de ellos.
El saldo entre ambas guerras sumaba aproximadamente entre 80 y 90 millones de...
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