El ortopedista del futuro: en 3D

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 14 de febrero)

- Zaid Badwan, con 25 años, es CEO de MediPrint, una empresa que se dedica a crear los ?yesos de nueva era? con novedosas impresoras que crean objetos en tercera dimensión

Laura Barrios

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 19 (EL UNIVERSAL).- Máquinas creando, casi de la nada, objetos tridimensionales. En algún momento se pensó en aquello sólo como pasaje de alguna película o novela futurista, al igual que las videollamadas o los hologramas. El futuro nos alcanzó. La materia como la energía, no se crea ni se destruye: sólo se transforma.

Hace tres años, Zaid Badwan, todo un ingeniero en mecatrónica ?útil en la manufactura de diseño de productos que facilitan las actividades de las personas?, tomó un curso relacionado con la impresión tridimensional en la Universidad del Sur de California. Entonces tenía 22 años. Más tarde llegó la forma de aplicar ese conocimiento en el campo de la Medicina Ósea, que abarca las especialidades de ortopedia y traumatología.

A pesar de que su nombre es de origen árabe, Zaid es un mexicano orgulloso de haber nacido en Zapopan, Jalisco.

Con 25 años, sonríe cada vez que menciona su paso por su alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estudió la licenciatura en Ingeniería Mecatrónica. Esa especialidad le abrió muchas puertas, como aquel curso enfocado en una ciencia que, aun ahora, parece increíble, la posibilidad de materializar en estructura 3D sueños asentados en programas de diseño en computadoras.

La tecnología llegó para crear en materiales sólidos los bocetos hechos a la medida e imaginación de su creador. La nueva incógnita era ¿en qué podía ser aplicado aquel adelanto tecnológico?

Así nació NovaCast, un yeso creado con una impresora tridimensional que permite al fabricante ingresar medidas exactas para obtener un inmovilizador hecho justo a la medida de pacientes con fracturas, esguinces o fisuras.

Más allá de la inmovilización total de la parte corporal afectada, la utilización de este dispositivo permite una adecuada ventilación, cosa que con los yesos comunes no pasa, causando incluso mal olor en la piel cuando se retira.

No sólo eso, suele ocurrir en los peores casos, que cuando el médico ortopédico o traumatólogo no coloca bien el yeso, la soldadura de éste suele complicarse, al punto de hacer perder a la extremidad su movilidad.

Corregir un hueso mal soldado, producto de un inmovilizador normal mal colocado, es...

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