Jorge A. Martínez/ Ortodoxia financiera: haga click aquí

AutorJorge A. Martínez

Todo en economía y finanzas se puede reducir a una cuestión de incentivos. A un fuerte incentivo, le sigue una fuerte respuesta, y en la década de los 90 se dieron en los mercados capitalistas, especialmente Estados Unidos, fuertes incentivos en tres rubros de la actividad corporativa: compensaciones a la alta dirección, gobernabilidad de las firmas públicas y la auditorIa externa de los libros.

Es como si las grandes firmas hubieran caído una tras otra en la tentación de ordeñar una vaca hasta secarla sólo por verla regordeta. En el pináculo de la gloria, es rico quedarse (y quedarse... y quedarse) a oír los aplausos.

Las firmas de auditoría vieron la mesa puesta para vender consultoría a un múltiplo del valor de su actividad básica, incurriendo en conflictos de interés; las mesas directivas se invistieron así mismas de poder, cometiendo todo tipo de incestos a la independencia de la gobernabilidad; la compensación a ejecutivos en base a capital, creó una fuerte tentación a inflar y monetizar el valor de la firma, de tal suerte que las quiebras que han ocurrido en los últimos meses, son el resultado (si bien tamizado por una conjunción de otros factores) de los excesos cometidos en los rubros mencionados.

Parece pues, inminente que la era de internet y la nueva economía trajo una adolescente explosión a las finanzas, que, en vista del argumento anterior, deberá ahora enfriarse en la forma de ortodoxia financiera. Tomando el punto de las compensaciones, esto significa en suma, que las firmas se verán en la obligación, a mas tardar en el 2004, de considerar las opciones de acciones para empleados como un gasto (desincentivando su uso), en vez de amortizar su costo desde fuera del balance general, esto es, si la legislación en el Senado de Estados Unidos se aprueba a tiempo. Y seguramente se aprobará, pues el tópico se ha convertido en el principal bastión con el que el mercado estadounidense castigará a los malhechores de la burbuja de los 90.

Es interesante, en vista de lo anterior, meditar más en las opciones de empleados como instrumento de compensación. Hay claras desventajas en el uso de opciones para pagar a la alta dirección: (1) Hay incentivos para inflar las utilidades y con ellas el precio de la acción, que es el subyacente en las opciones; (2) Cuando se ejercen las opciones, y sin que haya un periodo de "propiedad", en el que no se venden las acciones recibidas, los ejecutivos presionan el mercado a la baja, muchas veces a través...

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