Crea Ortiz Monasterio un retrato de la nación

AutorErika P. Bucio

En los cromos de un calendario colgado en una fonda, en un mural callejero de Ozumba o en los vasos de tequila de una tienda de artesanías, los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl son representados como iconos de la patria.

El fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio (México, 1952) captura en Montaña blanca (RM-FCE) esa variedad de adornos, rótulos, carteles y esculturas, elaborados en los poblados aledaños con una estética que roza con lo kitsch.

La impronta de los cromos de Jesús de la Helguera, hechos por la imprenta Galas de México, encaja con el gran colorido de los objetos elaborados en materiales tan diversos como el yeso y cartón de desecho.

"Puros horrores hermosos", zanja Ortiz Monasterio, quien de 1992 a 2005 recorrió con su cámara los poblados aledaños a los volcanes como Tepetlixpa, Yecapixtla, Ozumba, Amecameca, Nepantla o Tetela del Volcán.

Cuando empezó el proyecto, el fotógrafo estaba aún impregnado de su trabajo sobre el peregrinaje y los ritos huicholes que dieron cuerpo a Corazón de venado (1992). Los huicholes, dice, a la menor provocación cantan el Génesis y para Montaña blanca pensó en organizar el material fotográfico a partir de una pareja fundacional: el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl (La Volcana).

"Me daba elementos para construir el libro como un génesis de la nación", describe.

Organizó el centenar de fotografías a color en cuatro apartados como una propuesta de lectura fotográfica. Los textos de Antonio Saborit, Margo Glantz y Alfonso Morales dan dirección al libro.

"Sin esos textos, (La montaña blanca) sería un árbol trunco", insiste. "Un libro de fotografías no es sólo para verlo sino hay que leer las fotografías. No es un libro de grandes fotos, de lo que se trata es de contar.

Comienza con los Honores a la bandera, donde el lector se asoma a un patio escolar con un mural con el símbolo patrio o contempla la idealización del Caballero-águila "vía Hollywood"; en El hombre, sus protagonistas masculinos juegan un partido de futbol llanero al pie del volcán.

Mientras que La Volcana alude a lo femenino, a La mujer dormida, con imágenes que capturan la recreación en yeso de la Venus de Botticelli, un mural de Sor Juana o una Gloria Trevi, en la cúspide de la fama, plasmada en una camisa.

Culmina con el apartado dedicado a La fundación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR