El orgullo unió al arcoíris y al tricolor
CIUDAD DE MÉXICO, junio 24 (EL UNIVERSAL).- Ocurrió lo que algunos predijeron y lo que la mayoría esperaba: la Selección Mexicana volvió a ganar un partido en el Mundial, ahora contra Corea del Sur.
Los gritos de los aficionados retumbaron en la Ciudad con los dos goles de los mexicanos y se registró una combinación de dos banderas: la de México y la que representa a la comunidad LGBTTTIQ.
Son las 9:00 horas del sábado. Los restaurantes del Centro Histórico ofrecen promociones de "200 pesos desayuno mundialista: café de olla, chilaquiles con bistec, jugo de naranja y pan". Unos aceptaron, otros esperaron afuera para ver el partido a través de las ventanas.
En los puestos de tamales y de periódicos hicieron aliada a la radio para escuchar el encuentro mientras despachaban "guajolotas" y los diarios. En el Zócalo capitalino, 90 mil personas, una pantalla gigante, niños y niñas sentados sobre los hombros de sus padres y mil policías alrededor de la Plaza de la Constitución disfrutaban de la justa. Todos atentos.
Es el minuto 23 y un jugador coreano de nombre Jang Hyunsso se barre y cometió una mano en el área; el árbitro dicta penal y Carlos Vela lo cobra. México cambia el marcador a su favor.
Los mexicanos brincan y vuelven a brincar cuando en la pantalla se repite la imagen de Vela dirigiendo el balón hacia la portería del equipo asiático. Apenas es el primer tiempo y los mexicanos ya saben que podrían terminar en el Ángel de la Independencia besando una copa de plástico. Medio tiempo, los asistentes aprovechan los 15 minutos para estirar los pies y sentarse.
Segundo tiempo y Chicharito suma su gol 50 con la Selección Mexicana; el marcador está 0-2 favor México, hasta que en el minuto 93 el coreano Heung-Min mete un gol que provocó silencio total en la Plaza de la Constitución.
Se acabó el juego, el marcador quedó 2-1 y los fanáticos rompieron filas hacia Paseo de la Reforma. Marea rojiverde y arcoiris. "¿En dónde están, dónde están esos coreanos que nos iban a ganar?", "¡México, México!", gritaron los caminantes con la barbilla hacia el cielo.
Una masa color verde, blanco y rojo se apropia de la calle Madero y de avenida Juárez, iban hacia el Ángel de la Independencia. Frente al Caballito avanzaban los asistentes de la marcha del orgullo gay con sus diademas floreadas multicolor y se encontraron con los aficionados; fue ahí donde un arcoíris gigante de 250 mil personas se combinó con una verde, blanco y rojo de las playeras de futbol.
Una...
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