Tiempo de Negocios/ Ordenará la CFC a Coca rescindir unos 100 mil contratos de exclusividad con detallistas; evalúan sanciones a toda la red

AutorDarío Celis Estrada

Efectivamente, será la próxima semana cuando la Comisión Federal de Competencia emita una resolución en la que ordenará a Coca-Cola la inmediata supresión de los contratos de exclusividad que sostiene con la cadena detallista.

Como le informamos ayer, hace exactamente una semana terminó el procedimiento que inició no en el 2001, sino en febrero del 2000 mediante una denuncia de hechos presentada por PepsiCo, Consorcio AGA y Grupo Mundet.

Las compañías que presiden respectivamente Oscar Cázares, Abelardo García Arce y Jorge Zindel, argumentaron prácticas monopólicas. El 25 de octubre de ese año la CFC emitió un oficio de presunta responsabilidad de Coca-Cola.

Entre marzo y octubre del 2000 el organismo realizó una investigación y concluyó que la multinacional presidida aquí por José Octavio Reyes y sus embotelladores, tenían poder sustancial en el mercado relevante.

Hablamos del 72 por ciento del negocio nacional de aguas carbonatadas. Ya en el 2001 el organismo antimonopolios emplazó a la refresquera y sus más de 90 franquiciatarios a abstenerse de firmar nuevos contratos de exclusividad.

Sin embargo, Coca-Cola y su red se ampararon contra los actos de autoridad y siguieron firmando acuerdos con detallistas. Coca terminó aceptando que de un universo de 955 mil estanquillos, tiene en exclusiva no más de cien mil.

Pero Pepsi aseguraba que eran cuando menos 250 mil puntos de venta. Esta compañía, hacia finales del 2001, decidió no pelear la cantidad, fueran 100 mil o 250 mil, sino el daño al consumidor final que era privado de otras opciones de refresco.

La cuestión es que de aquí al próximo jueves la CFC tendrá que definir y hacer público el mecanismo para instrumentar la prohibición de la firma de nuevos contratos, el mecanismo legal para obligarlos a rescindir los que ya tienen y las sanciones.

Esto último se avizora complicado porque se tendrían que definir multas a todos los embotelladores, léase Coca-Cola Femsa que maneja Carlos Salazar, Procorp de Manuel Barragán y Arma de Emilio y Joaquín Arizpe.

También Argos de Miguel Iturriza, Peninsular de Fernando Ponce, Contal que fundó Burton Grosman y Azteca que lleva José Ignacio Huerta. La batalla legal, como le anticipábamos ayer, se ve venir fuerte.

Coca trae atrás a SAI, de Jaime Serra Puche, y el bufete de Gabriel Castañeda. El primero ex Secretario de Comercio y Hacienda y el segundo ex secretario ejecutivo de la propia CFC cuando la presidía Santiago Levy.

Crearon un auténtico trabuco y...

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