Oración en el templo; ceniza en casa

El Miércoles de Ceniza fue inédito: Templos casi vacíos, incluso, cerrados, como la Basílica del Roble, donde en su exterior fieles rezaron el Rosario.

Por restricciones de la pandemia, las iglesias sólo abrieron para orar y entregar a los creyentes bolsitas con ceniza para realizar el rito en el hogar o el trabajo. Algunas personas pidieron más de un sobre con el signo para repartir a familiares.

Pero no hubo misas públicas ni se realizó el acto que marca el inicio de la Cuaresma.

En la Basílica de Guadalupe, los sobres se repartieron en la entrada. No hubo acceso al interior.

Javier Lugo, guardia de seguridad, acudió por ceniza al templo de la Col. Independencia.

"(Estoy) triste, muy triste, la verdad, porque se ha ido mucha gente muy cercana a nosotros, y de una u otra forma se ve muy desolado esto", dijo.

En Catedral, los fieles hicieron fila con distancia física para recibir su ración de ceniza.

El ingeniero Fernando Soto llegó al mediodía por un sobre. Por la noche, él y su esposa impusieron el símbolo a sus hijos.

"Hay que mantener los rituales de nuestra fe"...

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