El Informe Oppenheimer / Venezuela: observación electoral y turismo electoral

AutorAndrés Oppenheimer

En un comunicado oficial del 3 de agosto, la Unión Europea (UE) anuncio que "lamenta que no podrá enviar una misión electoral al referendo en Venezuela. Desgraciadamente, no fue posible llegar a un acuerdo con las autoridades electorales de Venezuela sobre las condiciones para llevar a cabo una observación" aceptable para la agrupación de 25 países europeos.

Es difícil criticar a los europeos por haberse retirado. Según funcionarios electorales de EU y Europa, el Consejo Electoral, dominado por Chávez, ha puesto todo tipo de trabas a los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Centro Carter y la UE. En cambio, Chávez ha invitado a una vasta gama de celebridades de ultraizquierda, con todos los gastos pagados, para que aplaudan cualquier anuncio que haga en la noche de la elección.

Entre las 98 personalidades invitadas por el Consejo Electoral figura gente como Hebe de Bonafini, la lideresa de la facción ultraizquierdista de las Madres de Plaza de Mayo de Argentina, una peculiar activista de los derechos humanos que en el 2001 se declaró "contenta" por los ataques terroristas del 11 de septiembre. Entre otros observadores invitados por el gobierno de Chávez -todavía no esta claro si aceptaron- figuran los premios Nobel Adolfo Perez Esquivel y Rigoberta Menchu, dos entusiastas defensores de la dictadura cubana, que no ha permitido una eleccion libre en los últimos 45 años.

Consideren las restricciones impuestas por el Consejo Electoral a las misiones de observadores internacionales como la OEA, el Centro Carter o la UE:

- Nadie que no sea el Consejo Electoral podrá hacer un conteo rápido de los votos. Comparativamente, todas las recientes elecciones potencialmente conflictivas en América Latina han tenido conteos rápidos independientes, incluidas las elecciones de 1994 y el 2000 en México, las convocadas por el hombre fuerte peruano Alberto Fujimori en el 2000 y el plebiscito en Chile en 1988.

- El Consejo Electoral está exigiendo que los grupos de observadores extranjeros no tengan más de 40 personas, según testigos presenciales. La OEA y el Centro Carter han tenido más de 60 personas en sus anteriores misiones electorales en Venezuela y están exigiendo una cifra parecida.

Según me dicen expertos en observaciones internacionales, el último presidente latinoamericano -además de Fidel Castro- que puso un límite al número de observadores extranjeros fue Noriega, que prohibió más de 20 observadores por grupo.

- Aunque el...

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