De Oppenheimer a Fauci
Fecha de publicación | 15 Septiembre 2023 |
La película Oppenheimer sirve como recordatorio de un momento histórico único, en el que científicos, formuladores de políticas y políticos estaban alineados en la búsqueda de un objetivo compartido. La hostilidad dirigida hacia Anthony Fauci por su papel a la hora de liderar la lucha contra el Covid-19 subraya hasta qué punto nos hemos desviado de este ideal.
CAMBRIDGE – La trama de Oppenheimer, la exitosa película sorpresa de este verano, se parece a una entrega de Star Wars. Un imperio malvado planea aprovechar una fuerza oscura para subyugar a la humanidad. Afortunadamente, las fuerzas del bien dominan la tecnología antes que el enemigo, lo que garantiza la victoria. Pero el esfuerzo es extremadamente costoso y movilizar los recursos necesarios requiere una inversión masiva y destreza organizativa. En otras palabras, requiere política.
La descripción que hace el director Christopher Nolan del Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial captura un momento histórico único en el que científicos, formuladores de políticas y políticos se alinearon en la búsqueda de un objetivo común. Albert Einstein había informado al entonces presidente estadounidense, Franklin Delano Roosevelt, que la Alemania nazi estaba trabajando en una nueva y poderosa arma nuclear. Roosevelt, en respuesta, reclutó a Robert Oppenheimer para dirigir un equipo de científicos de gran talento, muchos de los cuales eran refugiados europeos que huían de regímenes fascistas, y nombró al teniente general Leslie Groves para encabezar el esfuerzo militar de apoyo.
A pesar de sus diferentes orígenes y valores, Oppenheimer y sus científicos cooperaron con Groves y sus tropas para lograr su objetivo compartido, superando incluso las expectativas más optimistas. Al desarrollar la bomba antes que los nazis, desempeñaron un papel fundamental para asegurar la victoria de los aliados.
Pero la alianza entre la comunidad científica y el gobierno de Estados Unidos pronto se tornó acre, cuando los científicos lidiaron con cuestiones morales planteadas por su trabajo, especialmente después de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Un científico, Klaus Fuchs, proporcionó a la Unión Soviética información altamente clasificada sobre el Proyecto Manhattan, y Oppenheimer se opuso al desarrollo de la bomba de hidrógeno. Posteriormente, la confiabilidad de Oppenheimer fue puesta en duda, lo que llevó a los políticos a...
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