Yo Opino / Confusiones

Un problema que tenemos los seres humanos es que no aprendemos a deslindar las cosas y con frecuencia nos enredamos en donde no tendría porque haber confusión.

Hay muchos ejemplos, pero por mencionar uno que ha estado en boga desde hace buen tiempo, tenemos el caso de los sacerdotes que comenten delitos del orden común (los que más escándalo causan son los de tipo sexual), generalmente da lugar a críticas en contra de la iglesia y la religión, cuando resulta que ni una ni otra tienen culpa directa del comportamiento de uno o varios individuos.

Sabemos que por razones obvias no hay organización humana que sea perfecta, y la iglesia católica, que se compone de cientos de millones de personas, desde el Papa hasta el más pequeño de los seguidores de esa religión, tiene por fuerza que tener problemas causados por la debilidad humana, pero no podemos decir que son representativos del comportamiento de la mayoría de los sacerdotes o feligreses. Habrá que juzgar y castigar a quien cometa un delito, pero eso no nos puede llevar a concluir que si uno es culpable, por extensión todos lo son.

Si vamos un poco más allá, la religión es mucho menos culpable de lo que hagan sus seguidores, pues los preceptos que nos inculca son de buen comportamiento y si alguien decide irse por otro camino, no se puede decir que la religión lo llevó a hacer lo que hizo. Aún aquellos mojigatos o extremistas (como los que formaron la "Santa Inquisición") que dañan a otros seres vivos, no pueden exculparse diciendo que defienden la religión, pues cualquier razonamiento sensato nos lleva a una conclusión muy diferente ya que lo que menos hacen es amar al prójimo que es el mandamiento más importante que predica esta religión.

Otra confusión en que caemos con frecuencia ocurre con los familiares de personas famosas, pues si el hermano, primo, hijo o cualquier otro pariente es un delincuente, se infiere que toda la familia es igual, aunque la historia nos dice con miles de ejemplos que no necesariamente es así. Desde tiempos bíblicos sabemos que Caín y Abel eran muy diferentes y sin duda...

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