Yo Opino / Banca extranjera

Decía mi abuela Amada que no hay efecto sin causa y ahora que prácticamente toda la banca mexicana ha pasado a manos de inversionistas extranjeros me acordé de esa frase.

Durante muchos años, el esquema económico mexicano, incluyendo su sistema bancario funcionaron muy bien, e inclusive nuestro peso fue considerado como una moneda sólida y de las llamadas duras, pues una baja inflación, un crecimiento sostenido, una mínima deuda externa y otros factores importantes estaban bajo control y el país y sus ciudadanos progresaban de manera consistente.

Pero en 1970 llegó el malhadado Luis Echeverría y con sus ideas comunistoides, influenciadas por economistas que aseguraban que el gobierno tenía que gastar para provocar el crecimiento de la economía, y que además tenía que tener el control de los principales factores económicos, llevaron al país a un tobogán dentro del cual todavía seguimos cayendo.

Empezaron a confiscar empresas privadas y a imprimir billetes como si fueran programas de circo y con ello desataron una inflación que apenas ahora se empieza a controlar de nuevo. Enseguida llegó López Portillo y con más ideas populacheras y sueños de grandeza siguió expropiando empresas hasta que culminó cuando el 1+ de Septiembre de 1982, el gobierno se apropió del sistema bancario mexicano.

A partir de ahí, empezaron a nombrar como dirigentes de los bancos a compadres ignorantes y corruptos que en muy poco tiempo destruyeron lo que los buenos banqueros se habían tardado décadas en construir, la confianza se vino al suelo, las devaluaciones llegaban una tras otra y aunque Carlos Salinas devolvió la banca a manos privadas, el sistema ya estaba muy dañado y cuando en Diciembre de 1994 se produjo el más reciente caos económico en el país, la banca prácticamente ya no tuvo remedio.

El Fobaproa, más que rescatar a los banqueros, logró salvar al sistema bancario y a los...

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