Opinión pública: Mayoría silenciosa

AutorAlejandro Moreno

¿Cuándo la opinión pública se vuelve efectiva en la arena política? Podría decirse que cuando toma un papel activo para expresar sus inclinaciones, sean éstas mayoritarias o minoritarias. La consulta promovida por el gobierno del Distrito Federal referente a la construcción de segundos pisos en el Periférico y el Viaducto, es el mejor y más reciente ejemplo. El ejercicio, realizado a través de un mecanismo telefónico de votación, resultó en un claro respaldo de los votantes a la construcción de los segundos pisos: el 72 por ciento votó a favor, frente al 28 por ciento que votó en contra. Hubo alrededor de 80 mil votos emitidos en la consulta, que son el equivalente a poco más de 1 por ciento del padrón de electores.

Lo más peculiar de la consulta no es que haya votado más gente de la que se esperaba, sino que haya votado mayoritariamente a favor, cuando las encuestas realizadas previamente habían mostrado una tendencia mayoritariamente en contra. A diferencia de las consultas, las encuestas están diseñadas para representar de manera confiable a la totalidad de una población previamente definida. Aun y cuando las muestras son relativamente más pequeñas (600, 800 o mil entrevistas), la selección probabilística de ésta le permite ser representativa de una población más amplia que un ejercicio caracterizado por la autoselección y la motivación individual a participar.

El resultado favorable a la construcción de los segundos pisos fue un reflejo de la minoría que decidió expresarse. La mayoría de los capitalinos estaban en contra y tenían poco interés en participar en la consulta. Estos últimos quedaron como la mayoría silenciosa, o silent majority, como la han llamado en otros países. Una mayoría que calla al no manifestarse. Pero, ¿qué reflexión nos producen los mecanismos de consulta ciudadana que, por sus características no legales y poco deliberativas, producen solamente la expresión de las minorías directamente interesadas en el tema bajo cuestión (v.g. los conductores que usan esas vías)? No hay duda de que, entre más interés genere un tema, mayor participación hay en torno a éste. Por ello, las consultas ciudadanas que promueve el gobierno del DF no sólo son motivo de una seria revisión metodológica, sino también de una seria reflexión política.

Del lado político, las consultas ciudadanas tienen la aparentemente noble razón de preguntarle al público su postura con respecto a políticas y acciones de gobierno para una toma de decisiones...

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