Opinión Internacional/ Momento para la responsabilidad
| Autor | Kofi Annan |
La responsabilidad que tiene cada ser humano como miembro de la familia humana; la responsabilidad hacia nuestro planeta, cuya prosperidad es la piedra angular del progreso humano. Por encima de todo, la responsabilidad hacia la seguridad futura y el bienestar de las generaciones venideras.
Durante más de dos siglos, desde que la Revolución Industrial generó avances considerables en los niveles de vida -de envergadura tal como el mundo jamás había visto o siquiera imaginado fueran posibles-, el desarrollo económico ha dependido, en medida nada despreciable, de algunas actividades y supuestos que implican un alto grado de irresponsabilidad.
Hemos contaminado la atmósfera con emisiones que ahora amenazan con ocasionar estragos, a través de cambios climáticos globales, para el resto de nuestras vidas. Hemos talado bosques, agotado nuestros recursos pesqueros y envenenado nuestros suelos y aguas de manera irresponsable.
Mientras tanto, el consumo y la producción continúan su escalada arrolladora y un número excesivo de seres humanos -de hecho, la mayor parte de la humanidad- quedó a la zaga, sumido en la pobreza, el abandono y la desesperanza.
La Cumbre es un intento por cambiar el curso de las cosas antes que sea demasiado tarde. Busca poner fin a los caprichosos actos de destrucción y al placentero auto engaño que a muchos impide ver la peligrosa condición actual de la Tierra y sus habitantes.
La Cumbre espera despertar conciencia con respecto al modelo de desarrollo que ha prevalecido durante tanto tiempo y que sólo ha beneficiado a unos pocos pero ha representado privaciones para la mayoría.
También pretende imprimir, en particular sobre las mentes de los líderes políticos, un entendimiento real de los mayores costos que acarrea el no adoptar acciones si éstos se comparan con los costos que implica conservar y sembrar la idea de la necesidad apremiante de evitar ser tan defensivos en el nivel económico y empezar a dar muestras de valentía política.
Algunos sostienen que simplemente deberíamos desbaratar el tejido de la vida moderna y, junto con él, la base de las prácticas insostenibles del momento. Personalmente, considero que podemos y debemos tejer nuevos hilos de conocimiento y cooperación.
El desarrollo sostenible ya no puede esperar a los hitos tecnológicos del mañana; es posible comenzar esta labor con las tecnologías verdes, las fuentes renovables de energía y otras soluciones alternativas disponibles en la actualidad.
Los Gobiernos...
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