Opinión Invitada / Salvador Benítez: ¿Cambiarán los legisladores?
| Autor | Opinión Invitada |
El recrudecimiento de factores como los compromisos partidistas para proteger complicidades, el distanciamiento con el pueblo, la impunidad y la corrupción generalizada que han generado una aguda inconformidad social, obliga a los legisladores estatales y federales a replantear sus posturas individuales tanto por conveniencia como por supervivencia política.
Los contundentes golpes que los electores hemos propinado a los principales partidos políticos en diferentes Estados, de acuerdo al desempeño de sus Gobiernos; la aparición de candidatos y gobernantes independientes, y la figura de la reelección, también han originado un replanteamiento de estrategias partidistas.
Ahora resulta que todos los partidos se quieren acercar al pueblo y escuchar las demandas sociales.
Todos proclaman que son los únicos poseedores del sentir de la población y prometen -por enésima vez- que ahora sí sus militantes encabezarán Gobiernos responsables.
Pero es hora de que se enteren que la retórica y la demagogia no funcionan más. Ahora tienen que demostrar con hechos tangibles que sí están respondiendo al clamor social, que exige Cámaras, Congresos y Gobiernos verdaderamente conectados con el pueblo.
En el ámbito legislativo, nuestros representantes tienen que cuestionarse si seguirán las "líneas" impuestas por los intereses creados en sus partidos o las exigencias de sus electores.
Los legisladores no deben concebirse ya como un grupo de iluminados que reciben como premio el apoderamiento de la voluntad del pueblo, especialmente con líneas discursivas y acciones totalmente desconectadas de la realidad del ciudadano común.
La nueva forma de hacer capital político ya no debe ser la disciplina partidista, sino la conexión del legislador con su distrito. Y quien quiera tener la aceptación de sus electores y acceso a la reelección tendrá que rendir cuentas sobre su desempeño. Así de claro.
Ahora será necesaria la cercanía continua con la ciudadanía -en particular con los electores- para atender tanto sus principales reclamos como para construir propuestas que ya no provengan de oscuros acuerdos de fracciones legislativas, sino que sea realmente la voz del pueblo.
Los factores mencionados al inicio exigen a los partidos políticos un replanteamiento para retomar posturas ideológicas y acciones que respondan a las exigencias de la sociedad.
En lugar de seguir creando elefantes blancos o monstruos burocráticos, los legisladores tendrán que hacer conciencia de las...
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