Opinión Invitada / Karen Batres: Agencia y activismo

AutorOpinión Invitada

Contemplamos este año que comienza con una gran carga de frustración política.

De todos los problemas que los ciudadanos consideran no resueltos, o en algunos casos ni siquiera abordados, a grandes rasgos la causa principal se podría resumir en la no rendición de cuentas de los funcionarios y políticos.

No importa si estamos hablando de promesas violadas, de una seguridad en declive, de una contaminación ambiental ignorada o de la impunidad. El poder del ciudadano para exigir cuentas claras se dificulta a cada paso.

Una vez más, el ciudadano examina a los "precandidatos" políticos para la Presidencia de México -léase los candidatos- con la esperanza de ver algo diferente.

El eterno candidato AMLO presenta a su deslucido y patético Gabinete, que sirve para decirle "sí" al cacique. Ante sus creencias religiosas reaccionarias, postularse como izquierdista pragmático estira la definición hasta sus límites.

La coalición PAN, PRD y Movimiento Ciudadano ofrece a Ricardo Anaya, operario político y grillero pulido, que hablará tres idiomas, pero nunca ha gobernado nada, a pesar de que la coalición cuenta con Miguel Ángel Mancera, que sí ha gobernado y es una opción de izquierda muy interesante.

El PRI postula a José Antonio Meade, quien ostenta credenciales políticas respetables, pero el hombre tiene que cargar con el desprestigio de, precisamente, el partido que lo abandera.

Jaime Rodríguez, que se ha dedicado a hacer campaña desde que asumió el trono de Nuevo León, no ha gobernado felizmente. Al parecer, el deseo de que se vaya ha sido tal que el Congreso aprobó a un sustituto nombrado por él, pasando la Constitución del Estado por el arco del triunfo. La misma indica que el interino no debe ser un funcionario en servicio activo, y el interino sí lo es.

El ciudadano, sin embargo, tiene armas si decide usarlas.

El brillante economista Amartya Sen equipara desarrollo y libertad, aseverando que el desarrollo requiere de libertad, y ésta es la meta real de todo desarrollo: la libertad del ciudadano de contar con bienestar y agencia.

"Agencia", de agenciar, en este sentido se refiere a la capacidad de realizar las diligencias necesarias para lograr un objetivo. Aunque la meta de proveer al ciudadano de bienestar es un logro esencial del desarrollo, no es suficiente el bienestar por sí solo.

El ciudadano requiere la libertad de influir en su entorno, y ello obviamente implica algún tipo de democracia, medios e instituciones que facilitan la actividad...

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