Opinión Invitada / Héctor J. Vela: Sociedad civil: reacción aristotélica
| Autor | Opinión Invitada |
Decía el filósofo griego Aristóteles en el año 350 a.C.: enojarse es fácil, pero enojarse con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento justo, por el motivo correcto y de la forma correcta, eso es cosa de sabios.
La resolución del Magistrado de Responsabilidades Administrativas -encargado de sentenciar actos de corrupción- al derogar la sentencia por corrupción a seis funcionarios en el sexenio del ex Gobernador Rodrigo Medina, ha calado hondo en el ánimo de la sociedad. La corrupción indigna por su injusticia y porque frena el progreso y nivel de vida de la sociedad.
Una tras otra, las afrentas del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) se acumulan y terminan por saturar a la sociedad.
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- Diputados del PAN aprobando fiscales y magistrados con claros vínculos al PRI, conscientes que atenderían casos de corrupción de colegas PRI-medinistas.
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- Un Comité de Selección, puesto para ciudadanizar, proponiendo fiscales, magistrados y ciudadanos con claros vínculos al PRI de Medina.
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- Ciudadanos seleccionados para el SEA ofreciendo el puesto más relevante a quien les dio el trabajo, en claro conflicto de interés.
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- Una Comisión de Transparencia opaca, inefectiva y cara, en la que Diputados PRI-PAN votaron por darle continuidad a los ineficientes Comisionados que urgía remover.
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- Un Fiscal Anticorrupción -con vínculos al PRI de Medina- al que se le fueron cayendo uno a uno los casos contra el ex Gobernador.
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- Una Auditoría Superior presentando auditorías con sesgos claramente partidistas hacia PRI-PAN.
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- La chispa que termina de prender: los casos más avanzados de corrupción, listos para recibir sentencia, fueron exonerados por el colega de los acusados en el sexenio del ex Gobernador Medina: el Magistrado de Responsabilidades Administrativas.
Mientras unos le llaman vacilada y otros observan simulación, la sociedad se va hartando.
Tanto fiasco en tan poco tiempo. El "Sistema Estatal Anticorrupción" se reveló como un teatro montado para simular la vigilancia y buen uso de recursos públicos que suman alrededor de 6 mil millones de dólares para ejercerse cada año por nuestras autoridades estatales y municipales. Presupuestos que empresas como FEMSA, Alfa o Cemex nunca ejercerían sin contrapesos de vigilancia seria, pues perderían credibilidad en sus reportes y valor en sus acciones.
La cadena premeditada de afrentas a la sociedad perpetuadas por PRI-PAN-SEA nos obliga a adoptar una reacción social de dimensión...
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