Opinión Invitada / Feliz Navidad
| Autor | Opinión Invitada |
Alejandro Delgado Ayala
Hoy más que nunca debemos decirnos unos a otros esta frase. En medio de la tormenta, es bueno mantener nuestro ánimo y nuestra mente positivos. Debemos, en medio de la crisis, recordar lo grande, rico y bello que es nuestro país. Por ello, hoy sólo hablaré de cosas positivas, nada de críticas, nada de políticos ni de gobierno, nada de retos ni de frustraciones; sólo algunos de nuestros grandes atributos.
Pensemos, para empezar, en nuestra música, rica y variada, profunda y llena de colorido. Pensemos en nuestra comida, quizá una de las más prestigiadas y reconocidas en el mundo y, sobre todo, tan disfrutada por nosotros mismos. Pensemos en el humor del mexicano. Alegre, vivo, creativo, y tan oportuno como hasta hacer burla de la tragedia y la muerte. Estas y otras características nos hacen lo que somos, una sociedad alegre. No dejemos de serlo.
Pensemos en uno de nuestros más grandes valores, que tanto presumimos y tanto valoramos: la familia mexicana. Ese núcleo que nos hace amanecer queriendo conquistar un día más, con honestidad, con esfuerzo, con trabajo para llevar el pan, la ayuda, el calor humano y nuestra solidaridad con todos aquellos que llamamos nuestra familia. Ese valor tan mexicano, tan nuestro que jamás debemos cambiar, y que hoy más que nunca se vuelve tan importante para seguir adelante en medio de la adversidad.
También pensemos en otra de nuestras grandes cualidades, que nos distingue en todo Latinoamérica, eso que llamamos nuestras tradiciones, nuestra cultura. Esa gran cultura, tan rica, tan variada, tan profunda, que nos hace permanecer inamovibles aun con el ataque cultural del imperio sajón norteamericano. Esa cultura y tradiciones que han hecho colonias y ciudades enteras mexicanas en medio de los Estados Unidos. Como bien decía un embajador chileno, "si no fuera por esa fortaleza cultural de México, todo Latinoamérica hablaría inglés." Así es, somos el tapón cultural protector de la América del centro y del sur.
Sólo pensemos en la belleza de nuestro gran país. Sus playas, de las más hermosas y visitadas del mundo. Sus montañas y sus espectaculares centros arqueológicos. Con una de las poblaciones mundialmente reconocida como de las más amables y afables del mundo, que en conjunto con lo anterior, nos hace de los países preferidos del turismo mundial.
Igualmente, reconozcamos que tenemos una de las poblaciones más jóvenes y por ende más creativas del orbe. Así es, ese crecimiento demográfico...
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