Opinión Invitada / Eduardo Andere M.: La educación de AMLO
| Autor | Opinión Invitada |
Terminadas las campañas, el lenguaje de los políticos cambia por el de los gobernantes. Prometer es diferente a lograr.
La sola voluntad de AMLO no es suficiente para derogar la educación de Peña. López Obrador y Esteban Moctezuma, por lo menos durante 2018-2019, irán a la escuela de Peña.
La parte más criticada en la educación de Peña es el vínculo entre evaluación docente y estatus laboral. Esteban Moctezuma mencionó el 7 de julio que no se suspenderá la evaluación y esbozó un deslinde entre ésta y lo laboral. Aún así, el cambio se haría como él dijo "en cuanto se tenga un nuevo marco jurídico".
La evaluación continuará, lo que no sabemos es cómo; tal vez más atada al contexto escolar y menos estandarizada. Está por verse lo que sucedería con el INEE y el Servicio Profesional Docente. La respuesta quizá sea darles menos poder de decisión o reducir su campo de acción.
Cualquiera que sea el cambio, dos pasos deben cumplirse: la consulta nacional a maestros, padres y autoridades, la cual podría llevarse meses, quizá un año; y las modificaciones a la Constitución y leyes secundarias, quizá otro año.
Después vendría la entrada en vigor y el aprendizaje del nuevo esquema. Entonces, la educación de AMLO empezaría a funcionar dentro de dos o quizá tres ciclos escolares.
Más difícil aún será cambiar el nuevo modelo educativo. Las escuelas arrancan en agosto con nuevos programas y libros de texto. Los niños de los primeros grados de primaria y secundaria tendrán al menos dos ciclos escolares con el nuevo modelo.
Cuando entre en vigor la educación de AMLO, los niños de primaria andarán por tercero o cuarto de primaria, cambiarles el modelo pedagógico a la mitad no es buena idea, ni para ellos ni para sus maestros. Los de secundaria estarán por terminar su nivel.
En este sentido los niños de México en los próximos seis años tendrán dos maestros en el aula: Peña y AMLO. Un oxímoron.
Otra parte mencionada en campaña es llevar a todos los jóvenes a la escuela y a la universidad.
A pesar del aumento de la matrícula en educación media superior de 2005 a 2015, México tiene la tasa más baja de matriculación para edades entre 15 y 19 años (57 por ciento México, 85 por ciento OCDE) y una de las más bajas para el rango 20-24 años (22 por ciento México, 42 por ciento OCDE) entre los países de la Organización.
También tiene una de las tasas más altas de NiNi (ni educación ni empleo) (México 23.3 por ciento, OCDE 15.3 por ciento) para edades entre 18-24 (2016).
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