Opinión Invitada / Eugenio Clariond Rangel: Lucha empresarial: una experiencia
| Autor | Opinión Invitada |
Hace dos años se llevó a cabo la asamblea 67 de Caintra. Ese día, ante más de mil empresarios, y con la presencia del Presidente de México, tomé el reto de encabezar a los industriales de Nuevo León, presidiendo una de las Cámaras más influyentes y profesionales del País.
Parecía un destino predeterminado porque el suceso se convertía en una coincidencia familiar que ocurría cada 30 años: justo ese tiempo había transcurrido cuando mi padre asumió el mismo cargo, y otros 30 años antes mi abuelo había hecho lo mismo.
Los tres con el mismo nombre, pero con un México muy distinto.
La expectativa sobre la encomienda y mi liderazgo era alta. El presidente anterior, Andrés Garza Herrera, había representado un cambio generacional que yo debía continuar, además de cargar el nombre de un gran y aguerrido empresario -mi padre-, todavía recordado por su célebre frase "Al Presidente se le botó la canica", que pronunció cuando al inicio de los años 80 el Presidente López Portillo anunciaba la nacionalización de la Banca.
En aquellos tiempos no existían condiciones para una libre expresión. Hoy podemos lanzar un ultimátum, publicar desplegados y sacar spots en la TV.
Nuestros gobernantes se enojan, pero no amenazan ni amedrentan: buscan dialogar.
Inicié mi presidencia con el País recuperándose de la mayor crisis económica de la historia reciente, pero sumergido en la peor crisis de inseguridad nunca antes experimentada.
A lo largo de los dos años, las circunstancias nos obligaron a ampliar la agenda y abordar muchos temas, entre los que destacan la inseguridad, la corrupción e impunidad, el desabasto de gas y el incremento al Impuesto Sobre Nómina (ISN).
Al enfrentar los temas siempre nos preguntamos qué debemos de hacer para representar legítimamente a los industriales de Nuevo León buscando resultados concretos.
Aprendí con mayor ahínco a privilegiar el diálogo, abierto a escuchar alternativas, pero mostrando una posición fuerte y clara en la defensa de los intereses del gremio. En todo momento tuve el apoyo de consejeros con mucha experiencia que me ayudaron a definir el rumbo correcto.
El mejor ejemplo de todo esto fue la batalla en contra del aumento al ISN, en la que abiertamente con mucha creatividad y determinación enfrentamos a la autoridad.
Si bien nuestro objetivo inicial era revertir el incremento del impuesto porque afectaba la competitividad del sector, al ser aprobado por el Congreso local y convertirse en ley, no...
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