Operan al filo de la ley
| Autor | Luis R. Ocampo |
Creados para combatir delitos como el narcomenudeo, el secuestro y el robo a cuentahabientes, los grupos especiales de la Secretaría de Seguridad Pública del DF rayan en la ilegalidad y en el abuso de la fuerza.
Ernesto López Portillo, presidente del Instituto para la Seguridad y la Democracia y estudioso de las corporaciones policiacas del mundo, advierte que el principal valor de los grupos especiales es la fuerza.
En tanto, en su informe anual presentado en mayo pasado, el Ombudsman capitalino Emilio Álvarez Icaza resalta que las redadas y retenes policiacos carecen de sustento legal.
Tan es así que en lo que va del año la Comisión de Derechos Humanos del DF ha recibido 226 quejas contra policías capitalinos por detenciones arbitrarias y 38 por allanamiento de morada.
"A pesar de que la Constitución establece claramente los requisitos legales para una detención, se dan casos en los que redadas, retenes, registros aleatorios a transeúntes y los llamados 'operativos' no tienen sustento legal y generalmente permanecen en la impunidad", destaca el informe de la dependencia.
El artículo 16 constitucional establece: "Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento".
Sin embargo, en la práctica los grupos especiales con frecuencia ingresan a domicilios sin mandamiento judicial, con el pretexto de que buscan drogas o armas, y bajo el argumento de denuncias vecinales anónimas.
Al respecto, el especialista López Portillo alerta: "Hay una ausencia de límites con respecto al entendimiento de sus atribuciones legales, y una política institucional que provoca violaciones sistemáticas a la ley", afirmó.
Desde febrero del 2002, cuando Marcelo Ebrard asumió la Secretaría de Seguridad Pública creó los grupos Tigre, Mantis y el de Operaciones Especiales, que se sumaron a Fuerzas Especiales y Fuerza de Tarea.
En los operativos, los agentes de los grupos especiales aprovechan sus conocimientos en acciones relámpago y llegan en vehículos sin balizar o patrullas a las que les cubrieron los números de identificación e ingresan sin órdenes de cateo a los inmuebles.
Los policías acuden con los rostros cubiertos por pasamontañas, según ellos para no ser víctimas de represalias, y en ocasiones sin insignias en sus uniformes.
El artículo 16 de la Constitución agrega: "En toda orden de cateo, que solo la autoridad...
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