Operan extracción de oro bajo tensión

AutorJesús Guerrero

CHILPANCINGO.- El conflicto por el contrato colectivo en la mina de oro Media Luna, en el municipio de Cocula, Guerrero, ha dejado ya siete muertos desde noviembre del año pasado.

La actividad en la mina, que pertenece a la empresa canadiense Torex Gold, se reanudó la semana pasada, pero sólo con personal de confianza que está trabajando con custodia de elementos de la Policía estatal y de la Gendarmería.

En un clima de tensión trabajadores y pobladores mantienen un bloqueo en la carretera de terracería que comunica a los poblados de Nuevo Balsas, La Fundición, Real del Limón y Atzcala.

El conflicto estalló en noviembre pasado luego de que un grupo de trabajadores tomó las instalaciones para exigir el cambio de titularidad del contrato colectivo de trabajo que actualmente tiene la CTM.

Los paristas solicitaron a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que sea el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, que preside Napoleón Gómez Urrutia, el que tenga la titularidad del contrato laboral.

Un primer hecho de violencia se registró el 20 de noviembre en la comunidad de Atzcala en donde varios individuos asesinaron a tiros a los paristas Víctor y Marcelino Sahuanitla Peña sin que hasta el momento se haya esclarecido el caso.

Posteriormente, la mañana del pasado 24 de enero en la comunidad de Nuevo Balsas, un grupo de hombres armados asesinaron a tiros a Quintil Salgado Salgado, quien apoyaba el movimiento parista, aunque según la empresa desde hace tres años ya no laboraba en la mina.

Ese mismo día, este mismo grupo integrado por cinco individuos se dirigió a la comunidad de La Fundición con el propósito de asesinar a trabajadores que participan en el paro de labores, según denuncias de los paristas.

Sin embargo, los pobladores de La Fundición fueron avisados y se armaron para enfrentar al comando. El saldo del enfrentamiento fue de cuatro delincuentes muertos.

Una nueva situación de tensión se vivió en las instalaciones de la mina el pasado 26 de enero cuando ingresaron policías estatales, la Gendarmería y el Ejército para rescatar a siete empleados de confianza y al jefe de seguridad de la empresa que estaban retenidos por los trabajadores y habitantes de la comunidad de Nuevo Balsas.

Tras este incidente, la empresa y los paristas acordaron esperar que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje resuelva el litigio.

ARRASTRA CONFLICTO

A través de un comunicado, los...

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