Opera psiquiátrico entre andamios
| Autor | Verónica Sánchez |
La remodelación del Hospital Psiquiátrico Infantil (HPI) "Juan N. Navarro", el único en su tipo a nivel nacional, lleva más de seis meses de retraso y parece no tener fin.
Las obras iniciaron a finales de septiembre de 2010 y se preveía terminarían en diciembre de ese mismo año. Sin embargo, a la fecha, los pacientes son atendidos entre andamios y en espacios improvisados.
Una de las oficinas del área de Trabajo Social se ha habilitado como la sala de urgencias. El lugar carece de acceso para ambulancias y ahí apenas cabe una cama, un sillón y permanecen un par de escritorios.
Dentro de ese despacho se encuentra el único baño de ese inmueble, por lo que los pacientes carecen de privacidad mientras son diagnosticados.
La sala de espera, a la que llegan los menores y sus familiares desde las 6 de la mañana en busca de una ficha para una consulta se encuentra a la intemperie.
"Normalmente un examen de primera vez implica una exploración física, neurológica y un examen mental, y esto requiere un área apropiada y tiempo. Lo que veo es que las historias clínicas son muy deficientes, con diagnósticos muchas veces incorrectos", comentó Arturo Aguilar, especialista de la Clínica de Adolescentes del HPI.
"No hay siquiera manera de una ambulancia llegue allá, los pacientes tienen que ser cargados en brazos con sus familiares, con el riesgo de que se caigan y que se lastimen, añadió.
Inaugurado en 1966 y localizado en la zona de hospitales de Tlalpan, el nosocomio dispone de 120 camas y brinda alrededor de 50 mil consultas al año.
En 2008, la Secretaría de Salud decidió reubicarlo para ampliar las instalaciones del Instituto Nacional de Cancerología, que se encuentra a un lado.
Se planteó trasladarlo a un edificio cercano que albergó previamente oficinas de la Secretaría de Educación, pero el proyecto se vio frenado ese mismo año por la oposición de trabajadores y de padres de los pacientes. Posteriormente se decidió la remodelación.
La Unidad de Cuidados Prolongados (UCP), que atiende a 13 mujeres internadas con retrasos mentales moderados y profundos, es una de las que más ha sufrido los estragos de las obras de remodelación.
Debido a que su espacio es uno de los que está bajo reconstrucción, las pacientes fueron trasladadas durante casi un mes a la Unidad de Terapia Física, que consta de un sólo espacio general donde estaban sus camas, las mesas para comer y un mínimo lugar para caminar.
De acuerdo con Javier Rodríguez, uno de sus enfermeros, las...
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