Opacan al rojo

AutorLuis Homero Echeverría

Enviado

SEATTLE.- Sin vestirse de rojo, ni causar la algarabía de los rivales, sacaron su bandera, la colocaron en uno de los puntos altos del estadio, y con una sonrisa presenciaron el encuentro.

A pesar de la constante migración asiática en estas latitudes, no lograron superar en número a los de verde, blanco y rojo, tampoco en cánticos, ni en porras, ni siquiera en la vendimia que tanto les caracteriza.

Los aficionados de China aparecieron a cuenta gotas, con sus abrigos e impermeables por el aviso de una lluvia que no llegó y se olvidaron de fiestas previas, de comida típica, de sombreros o gorros, todo se cargó al lado mexicano.

Porque los verdes sí tuvieron su zona de "fan fest" afuera del Qwest Field, con concursos, premios, fotografías con modelos, y hasta un carrito de tacos al pastor que aligeró el hambre mientras entraban al inmueble.

Mientras los chinos apenas se distinguieron entre la multitud, los mexicanos llegaron en grupos nutridos, como los que salían desde la estación de tren, justo en la King Street, a un lado del estacionamiento del estadio.

Pero entre tanto verde apareció uno rosa. Con su camiseta rosada, una falda negra y mostrando el resorte de la ropa interior, un travesti aprovechó la conglomeración para hacer un llamado por sus derechos.

Con un diario en la mano que levantó mientras gritó algunas consignas, pidió respeto la "real transformación", pero...

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