Olvidan niños maltratados

AutorHenia Prado

Los pequeños que este año se vieron involucrados en casos de maltrato infantil enfrentan el desinterés de familiares para reclamar la custodia.

El año está por acabar y sólo tres de ellos, ligados con una investigación, regresaron a su hogar.

El 24 de febrero fueron rescatados dos hermanitos de una vivienda en la Delegación Tlalpan: Alfonso, de 6 años, y Azucena, de 4.

Los menores, huérfanos de padre y abandonados por su madre alcohólica, habitaban con sus tíos, quienes los sometían a severos castigos, incluso los encerraban en una cisterna.

A ocho meses de distancia, bajo los cuidados del Albergue Temporal de la Procuraduría capitalina, el cambio es notorio, reciben terapia psicoemocional y acuden al Centro Nacional de Rehabilitación para tratamiento de quemaduras.

Alfonso es un niño tímido; sin embargo, ya interactúa con el resto de los niños. En cambio, su hermana es muy sociable y actualmente hasta hace berrinches a sus maestras. Ambos van a la escuela.

"Uno aprende a ver en estos chiquitines la capacidad de resistencia; me asombra cómo se recuperan del dolor, de esas heridas por dentro y por fuera que son profundas, cómo es posible que después de un tiempo todavía vuelvan a sonreír", expresó María Elena Martínez, directora del Albergue.

Tras difundirse las agresiones de los hermanitos, sus tíos paternos acudieron a la PGJDF para reclamar a los infantes. La Fiscalía del Menor autorizó convivencias cada 15 días durante tres meses.

Sin embargo, el matrimonio vivía muy lejos -en un poblado de Toluca- y tenía cinco hijos propios, por lo cual le negaron la custodia.

Desde agosto los familiares no han regresado al Albergue.

El 1 de julio se presentó otro caso: Jorge, de 4 años de edad, fue encadenado a una tubería de gas, y sus hermanos Dulce María, de 3, y Eduardo, de 2, estaban encerrados en un cuarto mientras su madre llevaba la comida a su esposo.

Los pequeños, han sido los únicos infantes que fueron entregados a familiares, pues en menos de dos semanas sus tíos Julia Sánchez Casal y Lorenzo Antonio Huaxi obtuvieron la autorización de la PGJDF para cuidarlos.

Para el 30 de julio, María de los Ángeles, de 4 años de edad, llegó al Albergue.

A cambio de mil 500 pesos, su madre, Socorro Vázquez Villegas, la prostituía en la zona de Buenavista.

"A su entrada no hablaba mucho, hacía muchos gestos, lucía desaliñada, en mal cuidado y mala higiene, le pasaba lo que a los niños que son sometidos a estas agresiones, no tenía control de esfínteres"...

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