Olvidan campaña contra lenocinio

Sólo un listón rojo cortado por la mitad quedó en el lugar, pero parecía que no estaba, nadie lo miró; el módulo de información para prevenir que mujeres inmigrantes de la Ciudad de México sean enganchadas para trabajar como sexoservidoras en La merced, apenas inaugurado el viernes, no fue atendido por nadie ayer.

Terminal de Autobuses Tapo en San Lázaro, cientos de personas provenientes del interior de la República arriban diariamente al DF, y el módulo de atención a mujeres inmigrantes que tenía por objeto prevenir el comercio sexual en ese lugar, al menos el primer día, se quedó en el intento.

Sólo estaban ahí los folletos de colores que nadie repartió y en el interior los carteles que los anunciarían.

"No se de qué se trata, me acerqué a mirar el cartel porque me llamó la atención la imagen de la mujer", dijo una transeúnte.

Mientras mujeres, hombres, niños, familias enteras desfilaron apresuradamente por el pasillo que los llevaría a la entrada o salida de la estación San Lázaro del Metro sin siquiera voltear a ver ese módulo como vitrina que se encontraba a un costado de ellos.

"La gente en México no está acostumbrada a leer, ni a informarse, no le interesa saber qué es lo que sucede a su alrededor, mucho menos a detenerse a leer los carteles", manifestó un vigilante del metro, quien pesimista volvía la mirada al candado que cerraba la puerta del módulo.

Otra mujer que distraída...

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