A ojo de pájaro / El Palacio de Hierro
| Autor | Guadalupe Loaeza |
Uno de mis deseos más añorados hubiera sido ir de compras al Palacio de Hierro hace un siglo. Nada me gustaría más que haber conocido ese maravilloso edificio original de la tienda departamental que ha estado tan cerca de la historia de nuestro País. Ahí compraban su ropa Carmelita Romero Rubio de Díaz y Sara P. de Madero. A lo mejor hasta llegaron a encontrarse en alguna de las exhibiciones de la moda llegada directamente de París.
La colonia francesa y la burguesía mexicana han sido sus clientes a lo largo de 125 años, porque como dice su dueño, Alberto Baillères: "Más que moda, el Palacio de Hierro vende estilo". Tiene toda la razón. Gracias al Palacio, sabemos que se puede tener estilo siempre, y casi casi que no hay pretexto para no tenerlo. Con decirles que antiguamente, esta tienda tenía un departamento de luto, con todo tipo de vestidos y tocados para ir a los velorios con el mejor gusto posible.
Para festejar, Alberto y Teresa Baillères organizaron una fiesta muy bonita en el edificio de Avenida 20 de Noviembre 3, especial para los mejores amigos y clientes del Palacio.
Ese día se inauguró una maravillosa exposición en la que puede verse su historia, desde que Joseph Tron y Joseph Léautaud llegaron a México, en 1864, cuando el País se encontraba dividido en liberales y conservadores, en plena invasión francesa.
En 1888, ambos socios decidieron fundar "El Palacio de Hierro Sociedad en Comandita". Así que Joseph Léautaud decidió mudarse a París para coordinar desde allá todas las acciones que le permitieran construir el Palacio de Hierro. Finalmente, en 1891, se inauguró el Palacio. Fue una de las grandes novedades del Porfiriato, porque los más ricos de entonces se maravillaron con la arquitectura de su primera sede.
Era como estar en París sin necesidad de cruzar el océano para probarse la ropa de moda y comprar los mejores muebles. Apenas abrió la tienda, Joseph Tron también se fue a vivir a Francia, así que Henry Tron y su sobrino Joseph M. Signoret se quedaron a cargo de los almacenes. Conforme pasaban los años, se volvía la tienda más visitada y comentada.
Gracias a la magnífica exposición que se encontrará hasta el próximo 10 de noviembre, nos enteramos de que las tiendas departamentales nacieron en París en 1852, cuando se instaló La Maison du Bon Marché, en la calle Sèvres. Para esta exposición no podía faltar la colección de moda de mi querido Rodrigo Flores, quien es una enciclopedia de la historia del vestido y tiene los...
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