Ojo Clínico / Hornos de microondas

AutorEnrique Goldbard

El horno de microondas, parte del inventario de electrodomésticos de toda cocina moderna, ha sido objeto desde su aparición, de innumerables ataques de toda clase.

En los libros, revistas y páginas electrónicas de quienes abogan por la nutrición "natural" -que a estas alturas quién sabe cuál sea-, regularmente se introduce algún comentario o artículo sobre los peligros de tales aparatos.

Un ejemplo: "Se estudió el efecto de la comida cocinada con microondas en ocho individuos (sí, ocho), tomando muestras de sangre inmediatamente después de comer. Se encontró que los niveles de hemoglobina disminuyeron; los resultados demuestran tendencias hacia la anemia. La situación se intensificó durante el segundo mes del estudio." Sin comentarios.

En otra conocida página del mismo estilo se afirma: "Su horno de microondas convierte a sus preciados vegetales orgánicos, en los que ha gastado una buena cantidad de dinero o de trabajo, en comida muerta que puede ser causa de enfermedades."

La Escuela de Medicina de Harvard, publicó el 2 de enero de 2015, como parte de su Guía para la salud de la familia, una nota que intenta aclarar el más manido de los mitos acerca del efecto de las microondas sobre la comida: cocinar en horno de microondas destruye los nutrientes de los alimentos.

Las microondas, como su nombre de alguna manera lo indica, son ondas de energía similares a las de radio aunque más cortas y son, asimismo, muy...

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