OJO CLÍNICO / Distracciones fatales

AutorEnrique Goldbard

En la era de la comunicación digital, las ventajas que implica la celeridad, el alcance, la multiplicidad de medios y demás, logran frecuentemente ocultar un notable número de desventajas, como la esclavitud a los gadgets, la gradual incapacidad de relacionarse con otros sin intermediarios con pantalla, la distracción (pérdida de atención). Esta última debilidad de los usuarios intensivos, del celular en especial, resulta particularmente peligrosa.

Es por todos conocida la asociación riesgosa entre manejar y hablar por teléfono y la aún más entre manejar y "textear". Los accidentes automovilísticos atribuibles a esta causa son cada vez más comunes, eventos estos que no debieran categorizarse como tales, porque no son impredecibles o producto del azar, son, para bien o para mal, predecibles y por ello prevenibles. Así lo afirma el doctor H. B. Simon de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

El experto en cuestión considera tres tipos de distracciones: visuales (quitar la vista del camino), manuales (retirar las manos del volante) y mentales (apartar la mente de la compleja tarea de operar un auto).

Y aunque las distracciones al manejar han existido prácticamente desde la creación del automóvil -beber, comer, ver un mapa, hablar con los pasajeros, acicalarse-, el teléfono móvil, el ipod o los GPS's han aumentado considerablemente el riesgo.

Algunos datos de las compañías de seguros en los Estados Unidos indican que...

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