OJO CLÍNICO / Genómica: ciencia, no medicina

AutorEnrique Goldbard

Hace una década, el 26 de junio del año 2000, el presidente de los EU, Bill Clinton, informaba al mundo acerca de la elaboración de un primer borrador del genoma humano, logro que según él: "Revolucionará el diagnóstico, prevención y tratamiento de la mayoría, si no de todas, las enfermedades humanas". Este escenario, ciertamente ultra optimista, una década después, está aún muy lejos de convertirse en realidad.

El director del proyecto del genoma humano, Francis Collins, en el súmmum del triunfalismo, decía que el diagnóstico genético de las enfermedades se lograría en 10 años y que los tratamientos empezarían a salir como churros cinco años después.

El hecho es que aún cuando farmacéuticas y universidades han invertido muchos millones de dólares en la investigación del genoma humano, resulta evidente que las particularidades genéticas de las enfermedades son mucho más complejas de lo que se juzgaba y que la "absoluta transformación de la medicina terapéutica" es, por lo pronto, una utopía.

Durante estos 10 años se ha identificado una enorme cantidad de mutaciones genéticas que se supone están relacionadas con diversos padecimientos pero que explican únicamente una pequeña fracción de lo que constituye el riesgo de contraer tal o cual mal. Es más, algunos investigadores temen que dichas relaciones no sean más que espejismos estadísticos. Esto puede ilustrarse con un trabajo llevado a...

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