Ojitos inmaduros

AutorCielo Mejía

Los ojos no nacen maduros; la visión se va desarrollando poco a poco a partir del alumbramiento y hasta los 6 años, pero cuando el bebé es prematuro, su mirada corre el riesgo de sufrir lesiones.

Los niños que nacen antes de las 35 semanas de gestación -siendo lo normal 40- y pesan menos de un kilo 700 gramos, tienen predisposición a padecer retinopatía del prematuro y otras enfermedades oculares.

Óscar Solórzano Enríquez, oftalmólogo con subespecialidad en la retina del Centro Médico Nacional de Occidente del IMSS Jalisco, explica que las lesiones más comunes en prematuros, además de la retinopatía, son las cataratas congénitas y las infecciones de toxoplasmosis.

La retinopatía del prematuro es una enfermedad que se presenta por la inmadurez de los bebés en la retina, en donde se generan vasos sanguíneos que pueden dañarla y afectar la visión; incluso se le puede desprender el órgano y el pequeño corre peligro de quedar ciego, comenta el experto.

"Sobre todo, la retinopatía del prematuro es la primera causa de ceguera prevenible", dice.

Los pequeños que pesan menos de un kilo tienen del 5 al 11 por ciento de posibilidades de perder la vista si no se atienden de forma oportuna. De 50 mil personas con ceguera por prematurez, 24 mil están en Latinoamérica; de éstos, México ocupa los primeros lugares, expresa Solórzano Enríquez.

Otros padecimientos oculares comunes tras el nacimiento del niño prematuro son infecciones de toxoplasmosis, un parásito que puede tener la mamá y afecta la retina del bebé, y las cataratas congénitas.

"Como la retina no recibe imágenes porque la catarata está obstruyendo el paso de la visión, esa retina no desarrolla una capacidad funcional que le sirva al niño para poder ver", señala Claudia Ascencio Tene, especialista en Cirugía de Córnea y Cirugía Refractiva adscrita al Servicio de Oftalmología del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde.

La catarata puede deberse a infecciones que padece la mamá durante la gestación, como la rubeola y la hepatitis.

La oftalmóloga aconseja que los prematuros deben ser valorados a las tres semanas después de su nacimiento, con sedación y un equipo especial de oftalmología; de necesitarse, los bebés pueden ser intervenidos desde los 15 días de nacidos.

"El 15 por ciento (del total de los pequeños que valoran) puede necesitar tratamiento con láser y el 90 por ciento de estos niños...

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