Ofrenda diversidad Festival Cervantino
| Autor | Israel Sánchez |
GUANAJUATO.- Procedentes varias partes del mundo, diferentes propuestas artísticas cautivaron a niños, jóvenes y adultos por igual durante el primer fin de semana del 51 Festival Internacional Cervantino (FIC).
Expresiones como la danza, de la cual tanto sábado como domingo la llamada Fiesta del Espíritu contó con las notables presentaciones de la AXIS Dance Company, en el Teatro Principal, y de la Compagnie Marie Chouinard, en el Auditorio del Estado.
La primera, fundada en 1987 en el área de la bahía de San Francisco, apostó por tres de sus piezas más representativas: Historias rotas, Tread y Desiderata, que fluyeron entre lo enérgico y la sutileza a través de los cuidados movimientos de los integrantes, algunos de ellos neurodiversos o con discapacidad.
"Una de las grandes metas de AXIS es redefinir la danza y la discapacidad. Y creo que al perseguir nuestra misión y compartir con el mundo lo que hacemos estamos haciendo un cambio, construyendo equidad, construyendo accesibilidad", expresó en conferencia de prensa previa Joseph A. Hernández, director de ensayos de la agrupación.
Al proyectar su gran habilidad y una suma libertad sobre el escenario, anulando el sentido de una palabra como postración, Julie Hasushi y JanpiStar, bailarines en silla de ruedas, fueron de los más aclamados por el público.
"Eso es algo que queremos promover a nivel mundial: que todos son bienvenidos, que cualquiera es capaz de bailar, y que todo puede ser accesible para todos", había enfatizado Hernández.
En cuanto a esa impresionante maquinaria dancística comandada por la coreógrafa y artista visual canadiense Marie Chouinard, la audiencia pudo atestiguar un frenético festín de formas y desafíos a los límites del movimiento y la corporeidad con algunos extractos de Vitalidad radical y la icónica Henri Michaux: Movimientos.
Lo primero consistió en una serie de extravagantes estampas y exploraciones, lo mismo hilarantes que perturbadoras, como cuando una decena de bebés de torneada figura gateó por el escenario. Para después mostrar completa esa traducción a la danza que Chouinard hizo de los dibujos en tinta china de Michaux; espectacular despliegue físico que extrae de los trazos gesticulaciones y sonidos, y da vida por medio de los bailarines a una suerte de bestiario.
Para quienes arriban al FIC en busca de música, el menú fue...
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