Ofrecen ángeles a la medida

AutorNatalia Vitela

Si usted cree en los ángeles y quiere ponerse en contacto con uno de ellos para pedirle ayuda, que lo cuide y lo guíe, no es necesario ni que profese un dogma ni que acuda a un recinto religioso. Es más: usted mismo puede convertirse en su propio ser de luz.

Esto es lo que ofrece la angelología, corriente espiritual que forma parte del llamado New Age (Nueva Era), que tuvo su boom en los 90 y provocó la desinstitucionalización de lo religioso, explica Felipe Gaytán Alcalá, investigador del Programa Interdisciplinario de Estudios sobre las Religiones del Colegio Mexiquense.

"Esto significa que ya no es indispensable pertenecer a una Iglesia para ser católico, por ejemplo. La persona puede autonombrarse como católica, pero en realidad ya no forma parte de los ritos o de las experiencias de esta religión.

"Lo cual no significa que dejan de seguir creyendo en lo que creen; para la persona no hay problema, para la Iglesia, sí", precisa.

Según Gaytán Alcalá, esta desinstitucionalización dio pie a una proliferación del mercado religioso, y, dentro de las múltiples ofertas, la angelología ha sido de las más exitosas.

Esta corriente se ha encargado de reconstruir la idea de lo que es un ángel, para tratarla de manera distinta a las tradiciones religiosas históricas.

El investigador considera que la fuerza de la angelología se debe a la diversidad y plasticidad de la que dotan a los ángeles, quienes pueden convertirse en lo que las personas quieran: "Los ángeles pueden ser energía, mensajeros o la persona misma".

Para Elizabeth Díaz, coordinadora académica de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, el éxito también radica en que para las personas no es lo mismo ir a que les lean la mano o las cartas a creer en un ángel.

"Lo otro sigue estando en el plano de la superstición, mientras que los ángeles están entre lo sagrado y lo profano", afirma.

'Al cliente lo que pida'

Para los expertos, algunos angelólogos han convertido esta corriente en un jugoso negocio.

A diferencia de las tradiciones históricas religiosas que ofrecen un credo al que hay que alinearse y seguir, estos grupos no proclaman una filosofía que la persona deba asumir, sino que atienden las necesidades de esta y se adecúan a ella.

"Por eso es un mercado: al cliente, lo que pida", subraya Gaytán Alcalá.

Para Díaz, algunos de estos grupos incluso pueden ser peligrosos, pues tienen seguidores que llegan a regir su vida según lo que les "dicen" los ángeles.

"Pueden...

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