Ocasiona inseguridad cierre vial

AutorErika Hernández

TLALNEPANTLA. El cierre de calles con plumas, estructuras metálicas o casetas es la alternativa que vecinos de la zona residencial del municipio han encontrado para no ser víctimas de la delincuencia.

El Gobierno local rechaza la instalación de dichos obstáculos, y aunque siempre ha amenazado con quitarlos, principalmente las rejas, no lo ha hace para evitar enfrentamientos con los colonos.

La Alcaldesa Ruth Olvera ha reconocido que "la delincuencia ha superado la capacidad de la autoridad ", a pesar de que durante su administración ha invertido cerca de 200 millones de pesos en el rubro, más 90 millones que se ejercerán este año.

Su población de más de 800 mil habitantes, y la actividad comercial e industrial de la que dependen más de 300 mil personas, ha ubicado a Tlalnepantla en los últimos tres años como uno de los cinco municipios con más incidencia delictiva, pues al año se denuncian más de mil 300 robos según datos de la Procuraduría estatal.

"La Tierra del Medio "está integrada por 238 comunidades y 15 zonas industriales y cuenta con 820 elementos de seguridad pública; cada policía debe cuidar a mil 341 personas que residen en la demarcación.

El director de la Policía local, Gerardo Angeles, enfoca a la delincuencia por zonas: en el poniente, con mayor número de fraccionamientos residenciales, los delitos más frecuentes son robo de autos, de autopartes y de casas.

En la zona centro hay más asaltos a comercios y en el oriente abundan los atracos a transeúntes, comercios, transporte público y camiones repartidores.

Este panorama llevó a los vecinos a instalar verjas, plumas o casetas en sus calles como una forma de preservar su bienestar social, en muchos casos sin la aprobación de las autoridades y con opiniones encontradas de los colonos, pues algunos afirman que esto no reducirá la delincuencia.

Aún así, algunos órganos vecinales aseguran que con las estructuras metálicas fijas o accesos controlados se sienten más tranquilos.

"Las autoridades se han olvidado de las zonas residenciales, casi todo su presupuesto va a las zonas populares pensando que nosotros no tenemos necesidades; ante este olvido hemos tenido que implementar nuestras propias alternativas ", comentó Isaac Saenz, vecino de Viveros de la Loma, donde existen al menos siete calles cerradas.

"La inseguridad creció tanto que desató la necesidad instalar casetas en todos los accesos, pero por motivos económicos no se ha realizado ", indicó Alfonso Vallarta, de Valle...

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