Obliga la artritis al Papa a delegar sus funciones

EL VATICANO (EFE).- Por primera vez en sus 23 años de Pontificado, el Papa Juan Pablo II declinó ayer cumplir personalmente con una de los principales ritos de Semana Santa: lavar los pies de 12 presbíteros durante la Misa del Jueves Santo. Desde febrero pasado, el jerarca católico sufre intensos dolores en la rodilla derecha debido a la artrosis que padece.

Ayer, el anciano Pontífice, que en mayo cumplirá 82 años, tampoco pudo oficiar la misa con la que comenzó el Triduo Pascual, aunque sí la presidió y leyó la homilía.

En su lugar, el lavatorio de pies lo hicieron los Cardenales Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, "número dos" de la Santa Sede, y Roger Etchegaray, que repitieron el gesto de Jesús con los 12 apóstoles con el que asumió su condición de siervo de los hombres.

Cada cardenal lavó y besó los pies de seis presbíteros, bajo la atenta mirada del Pontífice, que está viviendo su particular viacrucis.

La misa con la que se recordó la Ultima Cena fue oficiada por el Cardenal Sodano. El rito fue concelebrado por numerosos Cardenales y Obispos.

Hasta ahora, con la sola excepción del Año Jubilar de 2000 en que se ofició en El Vaticano, esta misa se celebraba en la basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma. Hoy se celebró de nuevo en San Pedro para facilitar los desplazamientos del Sumo Pontífice.

El dinero recaudado de las ofrendas será destinado, por deseo del Papa, para los indígenas y mestizos "más pobres entre los pobres" de América Latina y el Caribe.

En la homilía, el Papa afirmó que no se puede separar la participación en la mesa del Señor del deber de amar al prójimo y animó a los cristianos a hacer lo mismo que Cristo hizo con sus...

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