Obama vs. Romney: claves de la elección
| Autor | Hazel Blackmore |
Directora Ejecutiva del Centro de Estudios y Programas Interamericanos del ITAM.
Realizadas las convenciones nacionales de los partidos tanto Republicano como Demócrata y aceptadas las candidaturas, comienzan formalmente las campañas políticas en Estados Unidos de América, en donde están en juego los 435 escaños de la Casa de Representantes, 33 asientos del Senado, 11 gubernaturas y, por supuesto, la Presidencia del país más poderoso del mundo.
En la elección del próximo 6 de noviembre el electorado estadounidense se encuentra ante la disyuntiva de reelegir a Barack Obama, y con ello dar continuidad a su proyecto, o elegir a Mitt Romney y, en consecuencia, optar por un cambio de timón. Aun cuando las reuniones en Tampa, Florida y Charlotte, Carolina del Norte ayudaron a las preferencias de ambos candidatos, quedan dos meses de intensas campañas y la elección no está declarada para ninguno de ellos. Entre los 44 presidentes que ha tenido Estados Unidos, sólo 10 que buscaron la reelección no la obtuvieron y ahora Obama se juega su inclusión al grupo de 20 presidentes reelectos.
Si bien su victoria en 2008 fue una hazaña, ya que logró romper con el tabú de la imposibilidad de que un afroamericano llegara a ocupar la silla presidencial más poderosa del planeta, la elección de este año se antoja aún más complicada. Si Obama quiere reelegirse debe encontrar una fórmula para el triunfo a partir de una estrategia que le permita superar las críticas por el incumplimiento de las promesas de campaña o su manejo de la crisis económica, y que tendrá que ser complementada por una comunicación efectiva para explicar sus planes para los temas que la población considera importantes. Esto en un contexto de amplia polarización política e ideológica dentro del complejo sistema electoral estadounidense. Sólo los votantes tienen el poder de decisión, pero como espectadores del proceso es importante conocer las variables para entender las estrategias que se observarán en las siguientes semanas y eventualmente los resultados de noviembre próximo.
La victoria de Obama en 2008 tuvo un sentimiento de movimiento social. El candidato hizo gala de sus amplias habilidades de comunicación y convenció a la población de que su llegada a la Casa Blanca traería un cambio verdadero basado en un trabajo bipartidista en favor del bienestar nacional. Entre sus compromisos Obama incluía una reforma migratoria comprensiva (que nunca propuso), un manejo más responsable de la...
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