Nurio: Lo que el fuego se llevó

AutorFrancisco Morales V.

La restauradora Alicia Ortega todavía puede ofrecer un recorrido exhaustivo, minucioso, del Templo de Santiago Apóstol con tan sólo revivir en su cabeza los años de su vida que invirtió preservándolo contra el olvido.

Recuerda, por ejemplo, que al entrar en aquella joya artística y arquitectónica de la meseta purépecha, fundada en el siglo 17 en la comunidad de Nurio, Michoacán, lo primero que recibía al visitante era un insólito bautisterio en forma de barca, con los apóstoles pintados en su costado, "pescando almas", que no tiene parangón alguno en México.

Lo mismo con el sotocoro, que al voltear hacia arriba, en una bienvenida que maravillaba a cualquiera, mostraba una galería virtuosa de pinturas de ángeles músicos, con un entablado particular cuya hechura lo hacía, también, excepcional.

Sin embargo, para Ortega, quien restauró el templo entre 2002 y 2005, no es posible pensar en todos estos tesoros sin un pinchazo de tristeza, al recordar el incendio que arrasó con ese patrimonio el pasado 7 de marzo.

"Sí, no sabe. Yo de repente me despierto en la noche con el dolor de un hijo perdido", confiesa.

Desde luego, este dolor profundísimo es aún más hondo para la comunidad de Nurio, que vio el centro de su vida social y espiritual consumirse apenas en un puñado de horas, dejando apenas su fachada de pie.

"La comunidad vivió esto como una situación de luto, de profundo dolor y enojo, y evidentemente hubo un reclamo muy fuerte a las instituciones", reconoce Marco Antonio Rodríguez, titular del Centro INAH Michoacán.

Como parte de la comitiva que llegó a Nurio en las primeras horas del 8 de marzo, Rodríguez y su equipo recibieron los reclamos en contra de las dependencias de Gobierno, tanto federales como estatales, cuya obligación es resguardar el patrimonio cultural del País.

"Ese día, la comunidad hizo un reclamo muy fuerte y, en cierto sentido, con razón, porque ocurrió algo que, en general, en estricto, no debió de haber ocurrido, pero bueno, ahí hubo una suma de factores que se juntaron y provocaron lo que ya todos conocemos", lamenta el funcionario.

Hasta el momento, de manera oficial, las autoridades no han querido hacer pública una razón específica de por qué ocurrió el incendio, argumentando que es imposible saberlo, pero mucho se habla entre personas cercanas al templo que un cohete lanzado hacia la tarde de ese día habría impactado el techo de madera y provocado el incendio.

Se trata, pues, de una responsabilidad compartida cuyo principal señalado, por la gravedad de sus acciones, es la Secretaría de Cultura de Michoacán (SECUM), cuya negligencia para conseguir recursos frenó dos años consecutivos, en 2019 y 2020, la puesta en marcha de un proyecto de restauración que, ahora se sabe, era urgente.

También, sin embargo, parte de la responsabilidad recae en la Dirección General de Sitios y Monumentos del entonces Conaculta, hoy Secretaría de Cultura (SC), que a inicios de la década pasada desatendió las recomendaciones de proteger con otro material el techo altamente inflamable del templo.

Por otro lado, también están las prácticas habituales de la comunidad de Nurio, que ya habían generado conatos de incendio en el techo por lanzar cohetes demasiado cerca del templo y por el uso de veladoras cerca de materiales inflamables.

Tras una reunión entre el Concejo Comunal Indígena de Nurio, la Secretaría de Cultura, y el INAH, llevada a cabo el pasado 29 de junio, el mandato de la comunidad fue que el Templo de Santiago Apóstol sea reconstruido en su totalidad y que se proteja a la Capilla de la Inmaculada Concepción, la joya del conjunto hospitalicio que, por fortuna, resultó intocada.

Las lecciones que el incendio del templo deja, opinan expertos, son invaluables para salvar a otros monumentos del mismo destino.

'Patrimonio único e insustituible'

Con cierto ánimo lírico, la historiadora del arte Nelly Sigaut ha decidido llamarlos "cielos de colores".

Con este término, que sí le hace justicia a la maravilla que describe, la académica de El Colegio de Michoacán se refiere a la tradición de los techos pintados en las iglesias de las regiones purépechas del estado...

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