Nuevo disco en proceso
| Autor | Víctor Ronquillo |
Alejandro Arzumanian, un artista singular, al que le gusta autodefinirse como "creativo", comparte la aventura de la realización de su próximo disco, el segundo que lanzará en México, después de Tatuajes.
El nuevo álbum de Arzumanian, desde ahora puede considerarse dotado de la originalidad y la experiencia de un músico que inició su carrera a finales de los años 60 en su natal Argentina, después viajó a Europa y llegó a México al inicio de los 80, donde ha realizado una intensa actividad cultural que además contempla el performance y la literatura.
"Este disco tiene algunos elementos de la atmósfera de mi disco anterior, pero se expande, se abre como un abanico, estalla en nuevas posibilidades", afirma Alejandro Arzumanian. El nuevo disco aún no tiene nombre y se produce en Cuernavaca, con la complicidad y en el estudio de Antonio Roussek.
"Aparecen temas cantados, temas donde un estribillo o dos líneas cantadas tienen una representación conceptual y simbólica muy importante para mí, dice Alejandro Arzumanian. Incluyo también un poema dedicado a La Lacandona, un poema escrito en México, lleno de simbolismos".
Resulta difícil definir la música de Arzumanian, encasillar su práctica artística en una corriente determinada. En Tatuajes, su primer disco editado en México, el aliento de la música es el piano, la fuerza expresiva de ese instrumento cala hondo. El material, lanzado hace ya año y medio, ha encontrado poco a poco a sus escuchas, aquellos a quienes puede interesar un trabajo heterodoxo, alejado de las exigencias del circuito comercial.
"El nuevo disco también incluye vertientes donde la ironía se presenta en grado sumo, donde un individuo ya no sabe si abraza una cosa u otra. Donde el texto es una perfecta contraposición entre lo que podría ser y lo que no es, entre lo positivo y lo negativo, entre lo blanco y lo negro. Este nuevo disco es como un libro de cuentos largos y cortos, donde cada cuento toca una atmósfera, toca una visión de la vida.
"Apenas Salimos del Laboratorio"
De pronto los creadores, o los creativos, como diría Arzumanian, dedican horas y horas a la tarea de producir un disco, de escribir u libro o realizar una pintura o una escultura, sin saber cual puede ser su futuro. José Emilio Pacheco dice que los escritores escriben libros que nadie espera y es cierto. La tarea del arte que se asume independiente es muy ardua.
"Realizar un disco en esas condiciones es como el trepidar de un caballo desbocado que galopa sin...
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