El niño nuevo: Con amiguitos y feliz

AutorYazmín Gallegos

Si su pequeño no quiere ir al colegio, no se lo achaque a que odia levantarse temprano o a que no hizo la tarea, tal vez está batallando para integrarse.

Cuando un niño entra a un colegio nuevo o tiene nuevos compañeritos, es normal que al principio pase por un periodo de adaptación, y si no lo supera pronto, el problema puede tornarse tan grave, que el niño no quiere ir más al colegio.

La integración del niño con su grupo es importante porque de ella depende, además de su bienestar, el rendimiento académico, explica la terapeuta familiar Diana Rodríguez de Ibarra.

En la medida que el niño se sienta bien socialmente y aceptado por el grupo, explica, va a ser el resultado de su concentración en clase.

"Si el niño se integra, tiene buena relación con sus compañeros y tiene amiguitos, va a estar tranquilo y va a tener mejor grado de concentración.

"En cambio, si está tenso o preocupado porque no le hacen caso o no le hablan, o porque le hablan para ofenderlo; el estar pensando solamente en eso le va a robar atención en la clase".

Este es un tema importante de atender, señala la especialista, pues a pesar de que hay padres que les dan algunas recomendaciones a sus hijos para esos primeros días, hay ciertas cuestiones que se tienen que tomar en cuenta.

Hay que considerar, continúa, cuando el niño entra por primera vez a la escuela, cuando finaliza preescolar y entra a la primaria o cuando cambia de colegio.

Los más pequeñitos

Si los padres piensan que dejar a los niños en un colegio desde muy pequeñitos les ayuda a su socialización, esto es una equivocación, afirma.

La socialización en los niños empieza a partir de los tres años, los niños muy pequeñitos de un año y medio o dos años no socializan; por el contrario, son egocéntricos, porque es parte de su naturaleza y de su desarrollo en esa etapa.

"Los niños nada más piensan en ellos y en sus cosas, y todavía no tienen la capacidad para desprenderse de lo que es de ellos y compartir".

La especialista menciona que lo mejor es que los niños se queden en casa con la mamá hasta que alcancen el grado de maduración necesario para ir al kínder.

Y si por el trabajo de los padres piensan en que los niños estén en un colegio, recomienda que mejor los dejen bajo los cuidados de una guardería.

Pero ya sea kínder o guardería, para que esos niños resientan menos el desprendimiento de su mamá pueden hacerse algunos ensayos semanas antes al ingreso.

"Una semana antes de que empiecen las clases, pueden pasearlo...

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