Las y los excéntricos / Mike Tyson

AutorGuadalupe Loaeza

No por nada su dentadura está considerada entre las peores del mundo, cada diente que ha perdido en el ring lo ha sustituido con dientes de oro un poco chuecos. Aunque uno de sus dientes lo perdió jugando con su mascota, un tigre de bengala. Además, es de lo más famoso su tatuaje en el rostro inspirado en un pueblo de Nueva Zelanda. Como bien saben los conocedores de box, Mike Tyson ha sido uno de los personajes más temibles de la historia de ese deporte. Veamos una de sus declaraciones: "Trato de darle a mi adversario en la punta de la nariz porque intento hundirle el hueso en el cerebro".

Recordemos también que el 28 de junio de 1997 le mordió ambas orejas a su adversario, Evander Holyfield, por lo cual tuvo que pagar 3 millones de dólares (además de los 3 millones que tuvo que pagar posteriormente). Esa noche, Tyson y Holyfield competían por el título mundial, que ambos ya lo habían ganado anteriormente. Esta pelea ha sido una de las más vistas en la historia; la que más apuestas había reunido hasta entonces y la más contratada en televisión de paga. Y cada uno de estos boxeadores cobró 30 millones de dólares, lo que quiere decir que Tyson habría podido morder las orejas de Holyfield nueve veces más. No está de más decir que este excéntrico fue perseguido por la prensa durante mucho tiempo.

Mike Tyson tiene actualmente 48 años y se encuentra retirado del box (aunque le encanta salir en cine o en televisión, y practica la lucha libre. Incluso, ha participado en concursos de baile). Hoy dice que no le gusta su pasado, su vida como un deportista temible. Dicen que ahora le gusta ser amable con los niños, conversar con la gente y mostrarse accesible y platicador. Según él, su imagen fue por completo planeada.

Naturalmente, no todo mundo le cree, pues, a los 13 años, este joven nacido en el Bronx en 1966 ya había sido encarcelado 38 veces. Curiosamente, el lugar que le cambió la vida fue el reformatorio, ahí recibió una lección de boxeo del entrenador Cus D'Amato.

Cuando vio que tenía una extraordinaria vocación para el box, decidió entrenarlo y hacer que sus instintos se volcaran sólo en el deporte. No estaba nada equivocado, cada que peleaba dejaba a sus adversarios en la lona, sin sentido. Fue tanto el cariño que Tyson llegó a sentir por D'Amato que siempre lo consideró su padre, pues no había conocido a su padre verdadero. Por desgracia, D'Amato murió en 1985, cuando Tyson tenía 19 años, así que no pudo ver que su alumno e hijo adoptivo...

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