Algunas notas cerca de las teclas

AutorArnoldo Nerio

En nuestro mundo moderno, lleno de sonoridades electrónicas nuevas, música producida y procesada por computadoras y la mezcla de ruidos indefinidos que es característica de las grandes ciudades, el piano sigue conservando su carácter de instrumento musical por excelencia.

El significado del piano en el contexto de la cultura musical de Occidente está relacionado con múltiples aspectos. Como instrumento solista, de cámara y acompañante, ocupa un lugar preponderante en la literatura musical desde el clasicismo del Siglo 18 hasta los lenguajes más avanzados del Siglo 20.

Como auxiliar en la educación musical es utilizado ampliamente en la mayor parte de las escuelas, academias y conservatorios del mundo. En el terreno de la creación artística es también una importante herramienta para arreglistas y compositores, y finalmente, el piano como símbolo representa el gusto refinado por el arte musical; incluso su presencia y cultivo en el ámbito familiar ha llegado a convertirse, en algunos contextos sociales, en un indicador de status. Todos estos atributos y funciones que el piano posee son el resultado de procesos históricos que se remontan a sus orígenes, a los que conviene echar un rápido vistazo.

¿Clavi... qué?

Desde tiempos muy antiguos ha existido una interesante variedad de instrumentos de teclado. Ya los griegos y romanos habían diseñado un órgano neumático, que en realidad presentaba muchos problemas técnicos. Fue el órgano hidráulico o hydraulis el que con su ingenioso mecanismo y potente sonido logró ocupar un lugar estable en el mundo musical antiguo. Durante la Edad Media, versiones más perfectas del órgano neumático consiguieron posicionarse como elementos fundamentales en los templos cristianos, e incluso se diseñaron y produjeron variantes portátiles que permitían su uso en la música no religiosa.

En el Renacimiento, los teclados de cuerda hicieron su aparición, y entre ellos destacan el clavecín o clavicembalo (que en inglés se llama harpsichord), y el clavicordio. Clavecín y clavicordio son confundidos constantemente, aunque la diferencia entre ambos es marcada. Las teclas del clavecín se conectan a un mecanismo que rasga las cuerdas por medio de un plectro o púa fabricada de material flexible, como puede serlo la pluma de un ave. En el clavicordio, en cambio, las cuerdas son golpeadas por pequeños martillos metálicos que producen un sonido suave y de volumen más bajo. Pero ninguno de estos instrumentos llegó a poseer la cualidad...

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