Nombres, Nombres y... Nombres/ Empresas de vales en pie de guerra, 15 millones afectados y otro apoyo a informalidad

AutorAlberto Aguilar

SI YA DE antemano se anticipaban dificultades en el Congreso para la Reforma Fiscal, hoy pomposamente denominada "La Nueva Hacienda Pública Distributiva", tras conocerse el documento final, resulta aún más evidente que habrá que tener paciencia.

Y es que la propuesta es más de lo mismo, una nueva miscelánea con afanes recaudatorios y que descansa otra vez en el mismo universo de contribuyentes, sin esfuerzo alguno para ampliar la base, no obstante el tamaño que tiene ya la informalidad.

Según la endeble visión del equipo de Vicente Fox será vía una serie de estímulos como se alentará la transición de éstos. ¿Qué es lo que se puede ofrecer, que resulte más grande de una exención del 47 por ciento, que es lo que ahorra un empresario no cautivo?

No se aprecia esfuerzo alguno para la prometida simplificación, por lo que habrá que apoyarse en un contador para declarar. Hay además una serie de gravámenes que lesionan al sector medio de la población. Se habla de compensaciones a marginados, esquema muy cuestionable, que al retomar el uso de efectivo representa riesgos de corrupción y pudiera acrecentar el clientelismo político del que durante décadas echó mano el PRI.

Las nuevas facultades a los Estados para aplicar sobretasas y el surgimiento de un nuevo SAT más fiscalizador, colocarán al causante una vez más en un fuego cruzado.

Hay sin embargo, un punto en que vale la pena detenerse y que ilustra la corta visión con la que la SHCP de Francisco Gil Díaz elaboró su propuesta fiscal. El asunto tiene que ver con la eliminación a la exención de que gozan los vales de despensa.

A la fecha hay la posibilidad de pagar a un trabajador hasta un salario mínimo vía esos documentos. La ventaja es que en ese tramo el patrón podía aumentar el salario a sus empleados, sin asumir las cargas que conlleva el IMSS, SAR, Infonavit, prima de antigüedad, vacaciones, etcétera. Se calcula que esta alternativa representa para una empresa un ahorro de entre 2 y 3 por ciento en su nómina.

La no deducibilidad bien podrían poner el riesgo dicha percepción. No hay garantía de que las empresas la restituyan en efectivo, lo que constituirá otro golpe para alrededor de 15 millones de trabajadores que hoy los reciben y quienes además usted lo sabe, tendrían que pagar IVA en alimentos, medicinas, escuelas, libros y periódicos.

Además los vales son parte de los contratos colectivos que hoy tienen muchos sindicatos, por lo que es improbable que los dirigentes estén conformes con su...

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