Nombres, Nombres y... Nombres / A meses de 'Stan', pendiente reparación

AutorAlberto Aguilar

AHORA MISMO EN el escenario de los ferrocarriles, Cofeco, de Eduardo Pérez Motta, analiza si aprueba o no la fusión de Ferromex, de Germán Larrea, con Ferrosur, de Carlos Slim, y que daría pie a la mayor empresa de ese rubro con 54 por ciento del mercado.

KCS, que comanda Michael Haverty, y que recién adquirió TFM, se ha opuesto como parte de las añejas rencillas que hay entre ambas compañías.

Aunque el ferrocarril es el segundo medio de transporte del País para el comercio con 16 por ciento de las exportaciones hacia EU, el autotransporte lo supera por mucho con el 80 por ciento.

Su infraestructura no ha crecido. Hay unos 26 mil 600 kilómetros de vías, con un fuerte predominio en el norte.

Pero fíjese que hay una situación que afecta a otra línea ferroviaria que opera en el sureste, que es la Chiapas-Mayab, concesionada en 1999 a la estadounidense Genesse & Wyoming, que preside Mortines B. Fuller III junto a un grupo de empresarios de la zona.

El principal actor es la estadounidense que maneja 49 ferrocarriles en cinco países: EU, Canadá, Bolivia, Australia y México. El tren Chiapas-Mayab implica mil 805 kilómetros.

El problema es que aunque no lo crea, los daños que ocasionó el huracán "Stan" hace más de siete meses en Chiapas, siguen sin ser reparados. La prensa ha denunciado la preocupación que hay debido a que la CNA, de Cristóbal Jaime, ni siquiera ha terminado el desasolve de los ríos.

El punto que el Chiapas-Mayab, que dirige Raúl Huerta Schettino, es otra víctima de la lentitud gubernamental.

Hasta ahora SCT, que encabeza Pedro Cerisola, pese a su buena voluntad, no ha tenido los elementos para reparar 250 kilómetros de vías que tienen aislada una zona del País entre Tonalá y Ciudad Hidalgo, Chiapas, en la frontera con Guatemala.

Para el Chiapas-Mayab esto se ha traducido en una afectación de sus ventas. De entrada el equivalente al 20 por ciento, aunque gradualmente las ha logrado resarcir con mayor actividad en otras zonas.

Los daños ocasionados a las vías requerirían una inversión de 30 millones de dólares. Tampoco el Gobierno de Chiapas, que lleva Pablo Salazar, ha respondido porque es infraestructura federal.

El rescate de esas vías es urgente considerando el movimiento de grandes volúmenes de cemento, granos, línea blanca y especialmente combustible que ahora se realiza por autotransporte con costos superiores para las empresas hasta de 3 millones de pesos, lo que se ha traducido en un impacto en los precios al consumidor en...

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